Mercedes prepara una revolución mecánica para 2017

Creado: Vie, 11/11/2016 - 22:02
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Ariel B. Coya
Mercedes prepara una revolución mecánica para 2017

Mercedes propone una profunda renovación en su gama de motores con la introducción de cuatro nuevas mecánicas para mejorar el rendimiento a la par que reducen el gasto de combustible y las cifras de emisiones contaminantes. Y lo cierto es que dichos bloques ya podrán verse con el restyling del Clase S en 2017.

¿Qué novedades trae esta familia de propulsores del fabricante alemán? Pues que está basada en un sistema modular con cilindros de 500 centímetros cúbicos, siguiendo una tendencia adoptada por varias marcas para ahorrar costes.

Pero mejor ir por partes, ya que el bloque de acceso a la oferta es un 2.0 litros de cuatro cilindros, con un sistema de inyección por conducto común más eficiente que trabaja a más de 2 000 bares de presión y consigue una potencia cercana a los 200 CV, a la vez que rebaja el consumo hasta en un 13 %. Esto en el caso del diesel, mientras la variante de gasolina con inyección directa, cuenta con doble turbo, filtro antipartículas y varios sistemas para reducir también los consumos y emisiones como, por ejemplo, el modo ”a vela“.

El 3.0 litros, en cambio, supone el retorno de la firma de Stuttgart a los tradicionales propulsores de seis cilindros en línea, que poco a poco había abandonado tras el lanzamiento de su primer V6 a finales de los noventa.

En diesel, esta mecánica exhibirá un rango de potencias entre los 313 y 258 CV, con un par motor superior a los 650 Nm y un ahorro de combustible en torno al 7%, por lo que bien podría hacerse presente en los SUV y berlinas superiores (del GLE y Clase E hacia arriba en la gama).

Entretanto, su variante en gasolina (denominada M 256) busca mejorar el desempeño de los actuales V8 de Mercedes, al estar sobrealimentado mediante un compresor eléctrico que puede girar a 70 000 rpm y contar, además, con un alternador que hace de motor de arranque en determinadas fases para alcanzar un par máximo de 220 Nm.

Como techo de la gama, la marca de la estrella no podía prescindir de un V8 naftero (el M 176), con un nuevo sistema de inyección directa, sobrealimentación biturbo, filtro antipartículas y desconexión selectiva de cilindros para que en determinadas situaciones (entre 900 y 3 250 rpm) funcione con solo cuatro cilindros. Según Mercedes, dicho sistema y la mejora del recubrimiento NANOSLIDE –para reducir fricciones internas- permitirán ahorrar hasta un 10 % respecto a su predecesor en materia de consumo, con una potencia de 476 CV y 700 Nm de par, que ya se verán en el flamante Clase S.

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Ariel B. Coya