Hace tan solo unos días avisaba Daimler que Mercedes-Benz tendrá su propia pick-up y rápidamente el anuncio va tomando cuerpo: el modelo será fruto de la colaboración entre la marca alemana y la alianza Renault-Nissan, que a lo largo de los últimos cinco años ha crecido de tres proyectos comunes a 13.
De hecho, no por gusto la camioneta de Mercedes compartirá la plataforma y otros componentes con la nueva Nissan NP300, si bien desde la compañía germana aseguran que el vehículo será diseñado completamente por ellos mismos. Cuando se trata de pick-ups, al fin y al cabo, no viene nada mal que tu socio (Nissan) sea el segundo mayor fabricante a nivel mundial de camionetas medianas, con una experiencia de más de 80 años produciéndolas.
Como afirmó el presidente ejecutivo de Daimler, Dieter Zetsche: ”Gracias a nuestra bien establecida asociación con la alianza Renault-Nissan, podemos reducir drásticamente el tiempo y el costo para ingresar a este segmento clave“. Algo que, por demás, consideró ”un paso importante“ en la estrategia de crecimiento global de la firma de la estrella para reducir la brecha en ventas con su rival BMW.
En los últimos tiempos, cabe destacarlo, las camionetas pick-up han encontrado una gran aceptación en diversos mercados, por lo que Mercedes, Nissan y Renault emprenderán conjuntamente la fabricación del nuevo modelo y otras dos pick-ups en Barcelona (España) y Córdoba (Argentina), con una capacidad de producción anual de 120 y 70 mil unidades, respectivamente.
Por citar un mero ejemplo, el año pasado tres de los cuatro autos más vendidos en Estados Unidos correspondieron precisamente a ese segmento, con el Ford F-150, la Chevrolet Silverado y la Ram 1500; aunque curiosamente Mercedes ha descartado de momento incluir a Norteamérica entre los destinos de su pick-up y aún tomará unos añitos para que esta llegue a las calles, toda vez que su producción no arrancará sino hasta ”finales de esta década“.