Militaire

Creado: Dom, 11/12/2016 - 20:55
Créditos
Willy Hierro Allen
Militaire

Desde tiempos ancestrales, el transporte ha sido utilizado en la guerra. Los aviones, buques, camiones y automóviles fueron, en su momento, ”armas de combate“. Las motocicletas también. Hoy les traigo una moto de la 1ra Guerra Mundial, la cual es un clásico que atesora un siglo de fabricación.

Estados Unidos siempre ha tenido su visión particular de la motocicleta, que si bien no puede decirse que es errada, al menos resulta diferente. Tal vez aquello de ”quien tiene moto es que no puede tener auto“, aplicable a menudo incorrectamente (hay quien prefiere dos a cuatro ruedas), impulsó a algunos fabricantes norteamericanos a crear motos como si fueran autos. Y la Militaire es un ejemplo.

A inicios del siglo XX, en la ciudad de Cleveland, Ohio, estaba la Militaire Auto-Cycle Company, cuyo objetivo entre otros, era la construcción de motores para automóviles y motocicletas. En 1913, con problemas en su economía, fue comprada por N. R. Sinclair, un avispado negociante.

La primera acción de Sinclair fue mudar la fabricación de sus productos a la ciudad de Búfalo, Nueva York. Y allí se construyó la moto que les traigo hoy. Fue en el año 1915 que la empresa sacó la motocicleta Militaire, cuyo propósito original no era la guerra, sin embargo, ya se luchaba en la 1ra Guerra Mundial (1914-1918).
 
La Militaire de 1915 disponía de un gran motor de cuatro tiempos, dos cilindros en línea, con 1 065 cc de cubicaje que daba 11 caballos de fuerza. Tenía una caja de velocidades de tres marchas y ¡reversa! (marcha atrás), la transmisión era por cardán. Y un diseño de carrocería que rompía las líneas tradicionales de la motocicleta de dos ruedas.
 
Esta moto tenía las llantas de madera con neumáticos de 28 pulgadas y una distancia entre ejes de 1.65 m. Muy larga, pesada y extremadamente inestable, la Militaire no hubiera tenido futuro a no ser por la guerra. Los Estados Unidos entraron a la guerra en abril de 1917 y su Ejército encargó un grupo de estas motocicletas.

El general John Joseph Pershing, jefe de ejército expedicionario americano, partió de Nueva York en secreto rumbo a Francia, a donde llegó en junio con parte de sus tropas. Para demostrar su presencia, marchó por París con parte del Regimiento 16 de infantería, pero no entraron a combatir hasta el año siguiente (1918).

En el campo de batalla, las motos Militaire fueron un fracaso, se atascaban en el fango de los caminos franceses y resultaba muy difícil auxiliarlas por su tamaño. Esto llevó al Ejército a liquidar sus contratos con Sinclair, que quebró. Luego, en New Jersey, la empresa le cambió el nombre por Militor, pero volvió a sucumbir. Nada, Sinclair no tuvo suerte con sus motos. 

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Willy Hierro Allen