MYMSA Z-61 Cabra 74 1961

Creado: Sáb, 31/10/2015 - 17:26
Créditos
motociclismo.es
MYMSA Z-61 Cabra 74 1961

A los aficionados al «off road», puede que poco o nada les diga el nombre de MYMSA. Pero esta marca catalana, considerada pionera en muchos aspectos, realizó una 74 c.c. de motocross muy competitiva al final de su vida activa.

Bajo el nombre de MYMSA (Motores y Motos S.A.) nacía en 1951 una nueva marca de motocicletas, fruto de la pasión de dos hermanos, Jaume y Josep Aragall, herederos de lo que en un principio había sido un taller de coches fundado en 1929, pero que con el paso del tiempo se había convertido en una auténtica «fábrica de todo» lo relacionado con la mecánica, desde pequeñas piezas hasta carrocerías para autocares, pasando incluso por la modificación de una avioneta.

Pero el consecuente desastre económico que supuso la Guerra Civil obligó a los otrora pujantes Talleres Aragall a reinventarse, decidiéndose como tantos otros por la motocicleta, como vehículo lógico para una clase trabajadora que apenas podía aspirar a más. Fue aquélla una época en la que florecieron en España un sinfín de marcas de motos para cubrir las necesidades del momento, la mayoría de ellas, con una producción muy limitada, tanto técnica como a nivel de distribución, que en muchos casos no pasaba de ser puramente local.

Pero el consecuente desastre económico que supuso la Guerra Civil obligó a los otrora pujantes Talleres Aragall a reinventarse, decidiéndose como tantos otros por la motocicleta, como vehículo lógico para una clase trabajadora que apenas podía aspirar a más. Fue aquélla una época en la que florecieron en España un sinfín de marcas de motos para cubrir las necesidades del momento, la mayoría de ellas, con una producción muy limitada, tanto técnica como a nivel de distribución, que en muchos casos no pasaba de ser puramente local.

Pero el consecuente desastre económico que supuso la Guerra Civil obligó a los otrora pujantes Talleres Aragall a reinventarse, decidiéndose como tantos otros por la motocicleta, como vehículo lógico para una clase trabajadora que apenas podía aspirar a más. Fue aquélla una época en la que florecieron en España un sinfín de marcas de motos para cubrir las necesidades del momento, la mayoría de ellas, con una producción muy limitada, tanto técnica como a nivel de distribución, que en muchos casos no pasaba de ser puramente local.

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