Nissan está de plácemes con la cuarta generación de su camioneta Navara. El vehículo, ni bien salió hace un mes de la fábrica de Barcelona y ya comenzó a cosechar aplausos, al recibir el Premio a la Pick-up Internacional del año 2016 en Lyon (Francia).
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Sus principales rivales, el Mitsubishi L200 y el Ford Ranger, poco pudieron hacer frente a un modelo que mantiene su filosofía como vehículo de trabajo, pero con una dosis de refinamiento que le permite situarse muy cerca de los SUV más modernos.
Al concederle este galardón, el jurado compuesto por periodistas de toda Europa, tuvo en cuenta su mejor comportamiento tanto en carretera como fuera de ella, las excelentes prestaciones de sus motores, así como su capacidad de carga y remolque.
La NP300, a fin de cuentas, es la nueva apuesta de una marca que celebra sus 80 años de experiencia en el sector de los pick-up, justo cuando ese segmento ha vuelto a cobrar auge dentro del mercado en los últimos tiempos.
De ahí que su robusto chasis introduce nuevas características, entre las que destacan la suspensión trasera de cinco brazos para el modelo de Doble Cabina y una gran plataforma de carga, con la que esta cuarta generación del modelo se atreve con hasta mil kilos a la espalda. Un diesel de 2.3 L con 160 o 190 CV de potencia, dependiendo de si el turbo es sencillo o doble, es el motor de la NP300, que gana en eficiencia y reduce sus emisiones en un 24 % respecto a su antecesor; a la vez que permite elegir también entre un cambio manual de seis marchas o uno automático de siete, al igual que la tracción, ya sea total o a las ruedas traseras.
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Y eso, sin contar el vasto arsenal de tecnologías innovadoras y asequibles que integra la nueva NP300 Navara, como son la cámara de visión de 360º o el sistema anticolisión frontal. Todos ellos elementos de ayuda a la conducción hasta ahora inéditos en el segmento de las pick-up. Sin duda otro argumento de peso que respalda el más que merecido premio para la camioneta de Nissan.