La operación a la que se ha sometido Dani Pedrosa en la mañana del Viernes Santo ha durado algo más de dos horas y media debido a lo agresivo y complicado de ella, según ha reconocido el doctor Ángel Villamor al finalizar.
El traumatólogo se ha mostrado muy contento y satisfecho porque "ha sido una intervención muy precisa, de relojero" y ha explicado la forma en la que se ha retirado por completo la fascia del antebrazo derecho del piloto. "La membrana que recubría el músculo estaba muy rígida y tenía varias cicatrices, lo que nos ha dificultado el trabajo", ha relatado Villamor, que ha destacado el buen ánimo del piloto tras el paso por el quirófano.
El piloto tendrá que quedar el Madrid durante el fin de semana porque el domingo debe volver a pasar consulta y comenzar con la rehabilitación. "Me va a tocar frenarle" ha dicho el traumatólogo "porque tiene muchas ganas de subirse a la moto y demostrar lo que vale, pero la cirugía ha sido muy agresiva y no podemos precipitarnos". Normalmente, ha reconocido, en una semana subimos a los pilotos a las motos pero en este caso se debe ser prudente. "Sería un alegrón que Dani pudiera volver en Jerez, yo creo que es el sitio e intentaremos que así sea“, se ha sonreído el doctor.
Es la tercera operación en la misma zona
El de Castellar del Vallés se ha sometido ya a tres operaciones quirúrgicas en la misma zona y arrastraba molestias en el antebrazo derecho debido al síndrome compartimental desde hacía 10 años. Visitó el quirófano para intentar solucionarlo por primera vez allá por 2004 (antes de su segundo título mundial, el primero en 250 cc.) volvió tras su primera temporada en MotoGP, en 2006; y de nuevo ocho años después, tras el Gran Premio de España en Jerez de la temporada pasada. También ha sufrido el síndrome compartimental en el brazo izquierdo en 2006.
Muchos de los doctores habían recomendado a Pedrosa durante la pretemporada no operarse, debido a que se trataba de la tercera intervención en el mismo brazo. Sin embargo, Villamor ya había tratado a varios pilotos con el mismo problema. E incluso en situaciones similares, como en el caso de Nicky Hayden en 2009, al que ya habían operado por dos veces en Estados Unidos sin erradicar por completo los problemas.
Cuando el piloto llegó al hospital acompañado de su familia a las ocho y media de la mañana del viernes reconoció que esperaba que esta operación fuera la definitiva para erradicar el problema y la expresión en la cara del doctor Villamor hace pensar que así será.