Pegaso 1083, un camionazo

Creado: Sáb, 09/04/2016 - 11:44
Créditos
Jorge Esténger Wong
Pegaso 1083, un camionazo

Luego de la épica serie del llamado ”cabezón“, la española Pegaso modernizó su gama de camiones con la serie 1080. Fue una generación excelente, que mantuvo la dureza de la anterior y puso a la marca al nivel de las internacionales.  

Los nuevos Pegaso tenían una imagen completamente nueva, con líneas que adelantaron a su época y la mantuvieron con plena vigencia en la próxima década. Presentada en 1972, su sello fue la nueva cabina cuadrada, de forma cúbica, diseñada por Aldo Sésamo y existieron varias versiones: 1080 de 2 ejes, 1083 de 3 ejes, 1086 de 4 ejes, y la cuña tractora 2080.

El 1083 de doble eje directriz

Recuerdo que fue el primer vehículo de doble eje directriz que jamás vi. Tenía apenas unos ocho años y me dejó alucinando.  Su otro eje, trasero, era motriz. Este modelo estaba orientado a largas distancias y admitía un P.M.A de 26 000 kg, con un máximo de carga de hasta 16 000 kg. El interior de la cabina, de suelo plano, era cómodo y el puesto de conducción contaba con trampilla orientable en el techo, calefacción, parasoles y una completa instrumentación. Además, tenía dos literas. La superior, plegable, quedaba oculta. Su visibilidad era superior, al reducir los puntos muertos, utilizando amplias ventanillas rectas, parabrisas sobredimensionado y grandes retrovisores rectangulares.

Un gran corazón


Este modelo llevó dos motorizaciones diferentes, ambos seis cilindros: el 1083 de 200 CV, y 10.518 cc de desplazamiento, y el 1083/50 de 260 CV con turbo KKK- 3HD 454/7.1, el cual soportaba un régimen máximo de 60 000 a 70 000 r.p.m. Ambos tenían cuatro válvulas por cilindro, e inyección directa.

La caja de cambios era de cuatro velocidades, con multiplicador, obteniéndose 8 velocidades hacia delante y 2 hacia atrás. El pomo de la palanca giraba y tenía tres posiciones indicadas por una marca: cortas, hacia la izquierda, punto muerto al centro y largas, hacia la derecha. Para hacer el cambio de marcha había que hacer el ”doble embrague“. Fue un gran avance pues permitía hacer los cambios con una sola mano.

Los frenos, según catálogo, eran“ extraordinariamente rápidos y seguros“. Estaban integrados por: un freno de servicio, con mando por aire comprimido y dos circuitos independientes, para ruedas anteriores y posteriores; un freno de emergencia progresivo a voluntad del conductor; un freno de estacionamiento y un freno motor por cierre de escape. Además, estos camiones solían estar equipados con freno eléctrico de fábrica.

Hoy, casi cincuenta años después de su lanzamiento, todavía se pueden encontrar vehículos de esta gama que se resisten a desaparecer. Algunos de ellos siguen trabajando y rindiendo como el primer día.

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Jorge Esténger Wong