Peugeot 205, un clásico irreverente

Creado: Dom, 28/10/2012 - 21:05
Créditos
Jorge Esténger Wong
Peugeot 205, un clásico irreverente

De tanto en tanto se disfruta incluir en esta sección automóviles que retan la elitista concepción de auto clásico que tanto predomina y, según la cual, solo los autos de elevado precio, elegancia suprema, discreta producción y otros criterios similares serían merecedores de esa clasificación. De un tirón queda a un lado la importancia suprema de la funcionalidad para la cual se fabrica un auto, la masividad, su impacto social y cuánto pudo un modelo caracterizar una época. Por eso hoy traemos al inolvidable Peugeot 205.

La importancia del 205 es polifacética: para su fabricante resultó el modelo que insufló sus finanzas como nunca antes, para la competición un ganador constante y para el público un auto que le serviría por décadas, con toda fidelidad, sin ser jamás motivo de querellas en caso de divorcio. La idea del 205 comienza en 1978, cuando Peugeot compra Simca (más bien Talbot, que fue lo que dejó tras sí Chrysler Europa), la cual era una empresa con una vasta experiencia en vehículos pequeños.Los primeros 205 usaron el "motor Douvrin", del antiguo Peugeot 104, y en algunos países las primeras series llevaron directamente motores Simca/Talbot. Específicamente, en España esto provocó una diferencia en la imagen del modelo, al necesitar un abultamiento del capot para alojar el motor ”más vertical“, disponible allí. Estos motores, en verdad, resultaban actualizaciones de los 1124 cc a 1594 cc de Talbot, eran de carburación, y se les añadió encendido electrónico transistorizado para modernizarlos. Más tarde, llegaron a la inyección de combustible. La solidez del 205, su fiabilidad, amplio espacio y excelente visibilidad le aseguraron un rotundo éxito en el mercado y lo convirtieron en el segundo modelo de Peugeot más vendido de toda la historia. Debemos entender que hablamos de la marca más antigua de automóviles que aún existe, dejando a un lado a Daimler con tantas alianzas y fusiones, con un extenso ”pedigrí“. La demada del Peugeot 205 fue tal, que existieron momentos donde fue necesario producir 2 500 unidades diarias, empleándose varias plantas, en diferentes países.

Las versiones para la competición dejaron su huella y marcaron pautas en su momento. La versión Rally 205 Turbo 16 Evolution 2 lograba la impresionante cifra de 450 CV de potencia máxima, con apenas 1.775 L de desplazamiento. Los resultados más notables en competiciones fueron la victoria en el Campeonato del Mundo de Rally del 205 Turbo 16, conducido por Salonen y Kankkunen, en los años 1985 y 1986. Además, en 1987 y 1988, sendos Peugeot 205 ganarían el legendario Rally París-Dakar,  conducidos por Ari Vatanen y Kankkunen.

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Jorge Esténger Wong