Porsche 959: un auto para los dioses

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:46
Créditos
Jorge Esténger Wong

La semana anterior vimos el Porsche 989, antecesor del actual Panamera. Mencionamos entonces su similitud con el 959, otro fantasma de la época. Veamos un poco más de ese clásico superdeportivo en nuestra columna de hoy. El desarrollo del 959 (originalmente llamado el Gruppe B) comenzó en 1981, poco después de la llegada del entonces nuevo director de manejo de la compañía, Peter Schutz.

Comenzó con un motor ya existente, un Twin Boxer de seis cilindros turboalimentado, con su bloque y cabezas refrigerados por agua. Su desplazamiento era de 2.85 litros, casi medio litro menos que un motor contemporáneo del modelo 911. Fue desarrollado originalmente para el deportivo Moby Dick, y fue reconstruido levemente para el Porsche Indy, de breve duración, y otros varios proyectos antes de ser "pellizcado" una última vez para su uso en los 961, la contrapartida del 959 de carreras. Llegó a ofrecer la espeluznante cifra de 450 CV de potencia.

La estética del 959 es el resultado de una estudiada y cuidada aerodinámica, consiguiendo un Cx de 0,31. La carrocería es una combinación de plásticos deformables de tipo PUR-RIMM y de fibra de vidrio reforzada con kevlar, exceptuando las puertas y el capó del motor que son de aluminio. Todo el proceso de montaje se realizó con métodos de la industria aeronáutica.

Todo el auto es tecnología para este siglo, pero donde realmente los ingenieros de Porsche volcaron todas sus fuerzas fue en el sistema de suspensión, con estructura de triángulos superpuestos y muelles helicoidales que derivaba directamente de la competición. Tiene doble amortiguador por rueda y un sistema automático de nivelación, pudiéndose regular manualmente desde la consola una altura libre del suelo entre 12 y 18 cm, pero a medida que se superan ciertas velocidades, la suspensión desciende a niveles más bajos para ganar estabilidad y mejorar el coeficiente de penetración del aire.

El 959 fue el primer automóvil deportivo moderno en utilizar tracción a las cuatro ruedas, proporcionó la base para el primer Porsche 911 Carrera 4 y llevó a Porsche a incluir la tracción a las cuatro ruedas en todos los Porsche 911 Turbo desde la generación 993. Durante su vida comercial, el vehículo tenía solamente un rival con prestaciones comparables: el Ferrari F40. La corta producción del 959 fue solamente de 268 unidades de calle y su precio también era de este siglo, y hasta del próximo: superior a los 250 000 USD de la época.

Se realizaron dos versiones: Comfort y Sport. La Sport lleva ventanillas y asientos sin regulación eléctrica, no incorpora aire acondicionado, hay menos amortiguación del ruido reduciendo capas de material aislante y tampoco lleva la regulación de la suspensión, reduciendo 59 Kg respecto a la versión Comfort.

Las prestaciones son abrumadoras. La versión Comfort acelera de 0 a 100 Km/h en 4 segundos y llega a los 317 km/h. La Sport rebaja el 0 a 100 km/h a unos espectaculares 3,6 segundos y obtiene una velocidad máxima de 319 km/h. Pero lo más importante de todo es que, el 959 tiene un equilibrio perfecto entre potencia y estabilidad, así como una de las conducciones más concentradas y gratificantes jamás conseguidas por el hombre: digna de los dioses.

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Desde 2003, Canepa Design comenzó a usar piezas nuevas y técnicas de modificación para modificar los 959, haciéndolos más poderosos así como para lograr niveles aceptables de las emisiones contaminantes para que pudieran ser homologados como coches de calle bajo la nueva legislación de EE. UU., alentando el estado del vehículo como coleccionable entre los compradores estadounidenses.

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Jorge Esténger Wong