Previo: Gran Premio de Austria de F1. Mercedes a ganar en casa de Red Bull

Creado: Jue, 19/06/2014 - 13:13
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Previo: Gran Premio de Austria de F1. Mercedes a ganar en casa de Red Bull

El equipo Mercedes afronta este fin de semana la octava prueba del mundial de F1 dispuesto a reiniciar la racha de triunfos que la falta de fiabilidad truncó inesperadamente en Canadá, hace quince días. Allí, Nico Rosberg salvó in extremis un segundo puesto de oro, que, combinado con el abandono de Lewis Hamilton, dio al piloto alemán el margen más abultado en cabeza del campeonato desde la cita inaugural en Australia, que también se saldó con el abandono del inglés. Hamilton, pues, tiene que reaccionar en Austria si no quiere perder comba en la lucha por el título.

El escenario de esta octava manga es precisamente el gran aliciente del fin de semana, porque tras el viaje relámpago de ida a vuelta a Norteamérica la F1 reemprende la temporada europea desempolvando una carrera clásica en un circuito histórico, el Red Bull Ring, en Spielberg, en el frondoso estado austriaco de Estiria. Las raíces del circuito se remontan al glorioso Österreichring, y su regreso al calendario hay que agradecérselo al patrón de Red Bull Dietrich Mateschitz, que lo adquirió en estado ruinoso y ha pagado de su bolsillo los derechos para que Austria vuelva a tener un gran premio.

El trazado no resiste la comparación con el rapidísimo Österreichring, pero en un calendario en el que todas las nuevas incorporaciones son modernísimos 'tilkódromos' sin tradición alguna, levantados a golpe de talonario anteponiendo intereses que poco o nada tienen que ver con lo deportivo, es todo un soplo de aire fresco redescubrir un circuito con aire de la vieja escuela. Aunque Red Bull ha modernizado las instalaciones, el trazado sigue siendo el mismo del antiguo A1-Ring, que acogió el GP de Austria entre 1997 y 2003.

De hecho, aunque el primer circuito diseñado por Hermann Tilke fue Sepang, en Malasia, estrenado en 1999, el arquitecto alemán hizo sus pinitos con la remodelación del Österreichring, que se cayó del calendario después de la carrera de 1987, en la que Stefan Johansson (McLaren) atropelló a un ciervo durante los entrenamientos y en la que por primera vez en la historia se tuvo que dar la salida tres veces antes de que el pelotón consiguiera llegar sano y salvo a la primera curva.

Ni corto ni perezoso, Tilke agarró el serrucho y mutiló las cuatro curvas de armas tomar de la pista, rapidísimas y desprovistas de puzolanas. En su descargo hay que decir que no tenía otra opción, porque talar los bosques adyacentes para introducir escapatorias era inviable. El resultado es un trazado de 4,326 km (el tercero más corto del año, después de Mónaco e Interlagos), con apenas nueve curvas y un tiempo por vuelta que se prevé el más breve del año (el récord de la vuelta es de Michael Schumacher en poco más de 68 segundos, en 2003). Como el circuito de Sao Paulo, el Red Bull Ring está a unos 700 metros sobre el nivel del mar, y está dotado de un considerable desnivel: el punto más bajo es la recta de meta, y desde allí la pista sube unos 60 metros hasta la segunda curva y a partir de ahí desciende progresivamente hasta el final.

De la parrilla actual, solo Jenson Button, Fernando Alonso, Kimi Räikkönen y Felipe Massa ha corrido aquí en F1. "El límite puede haber cambiado y los coches han cambiado, así que no será lo mismo que hace 11 años", reconoce el brasileño. Las largas rectas con horquillas al final han posibilitado la inclusión de dos zonas de activación del alerón móvil (DRS), en la recta de meta y en la recta de atrás, entre las curvas 3 y 4. Curiosamente, la recta más larga es la subida hasta la segunda curva, que es la horquilla más cerrada, Remus -donde en 2002 Nick Heidfeld (Sauber) embistió de forma espectacular a Takuma Sato (Jordan)-, pero ahí no habrá DRS.

Sobre este lienzo bucólico, tocado por un toro encabritado en el centro, Rosberg y Hamilton dibujarán un nuevo duelo esperando que los problemas de fiabilidad de Montreal fueran flor de un día. "El coche es lo bastante rápido para ganar todas las carreras", asegura el alemán, que insiste que Mercedes tiene coche para lograr el doblete en todas partes. Por su parte, después de auparse al liderato del mundial con cuatro victorias seguidas, Hamilton tiene que volver a empezar prácticamente de cero. Los dos problemas de fiabilidad sufridos por el inglés, en Australia y Canadá, le costaron sendos ceros; en cambio, Rosberg tuvo su primera avería en Montreal y aun así salvó 18 puntos... Al inglés no le queda otra que hablar en la pista.

En condiciones normales, pues, el GP de Austria debería ser otro cara a cara privado entre las flechas de plata, como lo fue el de Canadá hasta que los W05 se quedaron sin el refuerzo de potencia del sistema híbrido y, para colmo, sin frenos. Pero el equipo anfitrión intentará plantar cara en casa, revestido con la fuerza moral de la primera victoria del año en Montreal (primera también de Daniel Ricciardo en F1). Renault sigue puliendo su grupo propulsor y Total continúa destilando brebajes cada vez más energéticos para dar alas a Ricciardo y Sebastian Vettel. Como poco, los dos pilotos de Red Bull tienen que aspirar a pisar el tercer escalón del podio.

Dicho objetivo puede que sea mucho pedir para Ferrari y McLaren, dos equipos grandes en horas bajas. Desde Maranello, el director técnico James Allison asegura que el equipo "está haciendo todo lo posible por mejorar el coche". Uno de los aspectos a mejorar que ha identificado el nuevo jefe de equipo Marco Mattiacci es la integración de los distintos departamentos. Una revelación que sorprende, habida cuenta de que Ferrari es el único equipo que lo aglutina todo bajo un mismo techo. Sin embargo, al parecer Mercedes ha logrado una mayor integración entre sus dos sedes en Inglaterra, una para el chasis en Brackley y otra para el motor en Brixworth, separadas por unos 40 km. Por su parte, los hombres de Woking esperan que el afortunado cuarto lugar de Button en Canadá haya sido un punto de inflexión para enderezar una temporada que empezó con un doble podio en las antípodas y acto seguido se desinfló como un suflé. El equipo tiene depositadas sus esperanzas en las novedades aerodinámicas que estrena el MP4-29 en Spielberg.

El objetivo de McLaren es desbancar a Williams y Force India en la pugna por ser el mejor cliente de Mercedes. Los de Grove tienen un buen coche, pero por una u otra razón no han conseguido acabar más arriba del quinto puesto. Y los de Silverstone agradecen la elección de neumáticos de Pirelli para este gran premio, la combinación más blanda posible: el blando y el superblando. "Estoy contento de que se utilicen estos neumáticos; es la elección correcta", dice Sergio Pérez, una de las voces más críticas por el conservadurismo de las cubiertas de este año.

Con la gama de ruedas limitada por el reglamento a cuatro compuestos de seco, Pirelli argumenta que no en todos los circuitos puede satisfacer la reclamación de disponer de ruedas más agresivas. Sin embargo, el trazado corto y con pocas curvas del Red Bull Ring transmite poco energía a los neumáticos, así que optar por las ruedas más blandas era de cajón. La marca italiana prevé una estrategia a dos paradas, con un primer relevo con el superblando y los dos siguientes con el blando.

Con todas las entradas vendidas (225.000 espectadores a lo largo de los tres días), el nuevo GP de Austria promete ser una fiesta. Y ha venido para quedarse: el contrato inicial es por siete años, hasta el 2020.

 

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