Prowler, uno de los modelos diferentes “de Chrysler”

Creado: Sáb, 30/06/2012 - 19:32
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Jorge Esténger Wong
Prowler, uno de los modelos diferentes “de Chrysler”

Por años han existido compañías que se han empeñado en producir autos que ”luzcan diferentes“. La mayoría, como la extinta AMC norteamericana, han fracasado debido a diseños grotescos que no han tenido la menor aceptación. Chrysler Corp., por el contrario, ha obtenido de este aspecto una de sus más claras ventajas. El diseño de los modelos de Chrysler ha sido por años una de sus mayores fortalezas. Arriesgados, poco convencionales, sin llegar a resultar estrafalarios, y muy orientados al estilo en que se alineen, vehículos como el PT Cruiser, el Dodge Viper, el Chrysler 300 C, o el Dodge Nitro resultan inconfundibles. Nuestro protagonista de hoy resulta uno de los más claros ejemplos de esta afirmación: veamos en detalle al Plymouth Prowler.

Como sabemos, la marca del Myflower expiró hace algunos años, en 2001, luego de dejarnos una larga lista de interesantes modelos y algunos hitos como aquel Barracuda de los años sesenta. Sin embargo, en los años noventa, la Chrysler Corporation dio rienda suelta a sus diseñadores para crear un Hot Rod a su criterio, y esa fue la génesis del pequeño Plymouth Prowler, un modelo de pocas unidades producidas –apenas más de 11 000 en sus seis años de vida– pero que dejó su impronta en el mundo automotriz. 

Con un diseño retro, el Plymouth Prowler asumió una personalidad donde domina la esencia pura de los deportivos de los años treinta, con un magnífico acercamiento a la llegada de este siglo XXI. Tan poderosa es su capacidad de atracción que resulta imposible estar ante uno de ellos y quedar impasible. Con la clásica arquitectura de ”bote“, el vehículo incorpora elementos que actualizan sus líneas y los dotan de un sex-appeal inconfundible. Las líneas robustas que corren por su lateral inferior, a la altura de los estribos, moldeando sus guardabarros y sus ruedas anchas de gran ring rematan los trazos aerodinámicos que suavizan toda la mitad superior de la carrocería. Con ello, se logra un conjunto armónico que atrae, y nos deja la impresión de que podemos acariciar sus curvas con toda sensualidad. El Prowler fue en muchos sentidos un modelo singular. Sus llantas llevaban diferentes diámetros: delante 17 pulgadas, y detrás 20 pulgadas. Sería, a la vez, el primer Plymouth con tracción trasera desde 1989, y por demás, el último en la historia de esta marca. 

En verdad, el Prowler es un descapotable de dos puertas y dos plazas con un motor de gasolina V6 de 3.5 L de cilindrada, capaz de entregar hasta 214 CV de potencia máxima. En la versión del año 1999, este motor fue modificado hasta alcanzar unos respetables 253 CV, suficientes para callar a quienes se quejaban de la ausencia de un motor V8, pues esta potencia rebasaba la del V8 Magnum de ese entonces. Ambos motores estaban acoplados a una caja de cambios automática Autostick, de cuatro cambios. Numerosos componentes estaban construidos en aluminio, principalmente el chasis, buscando minimizar el peso, lo cual permitía aprovechar lo mejor posible la potencia disponible y mejorar las condiciones de manejo y seguridad. Con esa configuración el Plymouth Prowler llegaba a alcanzar los 100 km en 5.2 s y tenía una velocidad máxima de 180 km/h, limitada electrónicamente. Se ensamblaba a mano, en la planta de Chrysler en Conner Avenue, Detroit.

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Jorge Esténger Wong