Sólo se llevan disputadas seis carreras de esta temporada y ya ha quedado claro que fábrica ha trabajado mejor durante este invierno, Yamaha. No sabemos si ha trabajado mejor o que en Honda se han equivocado en su planteamiento de moto para 2015, pero la realidad es que los dos pilotos del Movistar Yamaha MotoGP ocupan el liderato con autoridad. Ahora bien, ¿cómo acabará todo entre Rossi y Lorenzo?
Cuando Valentino Rossi tomó la ambiciosa decisión de dejar HRC para irse a Yamaha, allá por 2004, lo hizo sabiendo que ese movimiento iba a ser muy importante en su carrera deportiva. Su talento se impuso al sentido común, y el de Tavullia sumó dos nuevos títulos a su casillero. Tres años más tarde, en 2008 y en 2009, Il Dottore volvió a dominar en la clase reina, dejando en nueve su palmarés de triunfos como piloto profesional.
Pero en 2008, además de llegar el octavo cetro de campeón también tuvo lugar otro acontecimiento importante, la llegada de un joven intrépido con ganas de comerse el mundo, incluido a Rossi. Ese piloto era Jorge Lorenzo. El mallorquín tuvo un duro aprendizaje el primer año, pero ya en el segundo le puso las cosas muy complicadas a Valentino, hasta el punto de que apareció el famoso 'muro' en el box de Yamaha. Su rivalidad nos dejó carreras para el recuerdo como el GP de Catalunya 2009, con ese adelantamiento en la última curva de Rossi.
En 2010 Lorenzo puso en jaque a Rossi desde el principio, al que le hizo arriesgar más que nunca, lo que provocó entre otras cosas la fatídica caída de Rossi en Mugello, la lesión más dura de su carrera deportiva. Rossi regresó para ver cómo Lorenzo se alzaba con su primer título mundial y para ver que las cosas habían cambiado.
Entonces Valentino se marcha a Ducati y sus caminos se separan, con resultados bien diferentes. El destino quiso que en 2013 se volvieran a unir en el equipo oficial Yamaha, aunque Lorenzo era claramente el número 1. No hubo roces, de hecho se creo un buen clima en el box y ambos llegaron a decir en la presentación de este año del equipo Movistar que incluso se habían planteado correr juntos alguna carrera de coches.
En 2014 la tortilla volvió a dar un giro de 180 ºC, porque Rossi fue el subcampeón del mundo y el único que pudo poner en jaque a Márquez en algún momento de la temporada.
El inicio de 2015 ha sido calcado, con un Valentino impresionante y un Lorenzo desafortunado. Sin embargo, a partir de Jerez el mallorquín ha tocado la puerta de su compañero de equipo para decir que está aquí y que el número 1 sigue siendo él. Con todo esto, seis puntos en la general los separan a ambos con Montmeló como próxima carrera, un escenario con mucha historia para ambos pilotos. Ahora el rival no es Márquez ni Honda, porque el enemigo está en casa.