Les separan 14 años y un día, pero la precocidad de uno y la longevidad del otro hicieron posible la colisión en el tiempo, para disfrute planetario.
Rossi frente a Márquez, el duelo entre dos colosos, cada capítulo el corazón en un puño porque ambos, maestro y alumno, comparten varias cualidades: osadía, ambición sin límite y talento. Se respetan y se temen. Prueba de ello es que la guerra en la pista no termina de tener continuación en la dialéctica, tan común en la historia del motociclismo. Capean con media sonrisa y un apretón de manos lo que sobre el asfalto son arañazos. Camaradería al borde del colapso. Ayer, en el último sábado en La Catedral, el penúltimo episodio de su batalla. Con polémica, claro.
GP DE LOS PAÍSES BAJOS 2015
Lo que otras veces fue un pimpampum sin miramientos, esta vez fue una citación para la última curva, un duelo pospuesto. No por ello menos espectacular. Para que sucediera se dieron en el Gran Premio de los Países Bajos todos los condicionantes: el renacer de Marc y el fin de la racha de Jorge Lorenzo (tras cuatro victorias consecutivas y 103 vueltas liderando), quien se apartó fríamente de la batalla ante su ritmo evidentemente inferior, pensando en el Mundial, "salvando los muebles [acabó tercero] y esperando situaciones mejores".
En un puñado de giros ya estaban solos, cada uno con sus propias circunstancias. Márquez, al fin pujante con el chasis recuperado de 2014, sin nada que perder tras dos caídas seguidas y un título ya imposible. Rossi, acechado en la general por Lorenzo, en busca de distancia con su compañero. Apretó el italiano, aguantó el español con solvencia, calcando los tiempos, estudiando las maniobras, sin precipitarse esta vez. Se decidió a falta de siete y obtuvo respuesta cuatro más tarde. Valentino pujó con todo por la victoria, pero restaba la última chicane, donde todo pudo pasar. Y pasó.
Se lanzó, desde atrás, Márquez, al hueco escaso y bien protegido por el maestro de las frenadas. Chocaron, la Honda contra el cuerpo de Rossi, que resistió la embestida, aunque para ello tuviera que recurrir a la grava, saltándose la curva de entrada a meta. Se llevó la victoria y Dirección de Carrera lo dio por bueno.
Ambos pudieron haberse ido al suelo fácilmente. Luego se mordieron la lengua, aunque entre líneas se entiende una rivalidad que promete. Es más, Rossi evitó la discusión cuando en el corralito Márquez le atacó verbalmente: "Enhorabuena, bonita última curva". Siguió agresivo en sala de prensa el español, de vuelta al podio cuatro carreras después: "A partir de ahora, cuando alguien se salte la chicane, siempre podremos decir que Valentino lo hizo y no pasó nada". Y más: "¿Qué me ha enseñado Rossi?: Motocross". "Marc siempre juega duro y es importante saberle responder", concluyó el líder del Mundial, que sumó su triunfo 111 y su 12º podio consecutivo.
GP DE ARGENTINA 2015
Lo sucedido en Assen ayer recordó, demasiado, a lo de Termas de Río Hondo meses atrás, aunque esta vez ninguno acabó por los suelos. Allí fue el primer revés de Márquez, el punto negro de partida de una temporada que encontró sucesivamente su ruina. Venía de imponerse en Austin, la que sigue siendo su única victoria. Y a falta de tres giros, ya en un mano a mano brutal tras la remontada de Rossi, su acometida, carenado con carenado, la resistió el de Tavullia, provocando la caída del español. Después, el intercambio en sala de prensa. "Creo que ha sido un error suyo. Es un piloto que se lo juega al todo o nada", atizó el veterano. "Valentino es mucho Valentino, siempre se aprenden cosas de él", ironizó el de Repsol Honda.
GP DE SAN MARINO 2014
Entonces, temporada pasada, el panorama era bien distinto, pues Márquez andaba tan sobrado en vísperas de su segundo título mundial consecutivo que se podía permitir cualquier exceso. Él y Rossi, todavía por detrás de Lorenzo, se enzarzaron desde el inicio, con adelantamientos al filo, toques incluidos, a cada cual más testarudo. Motociclismo de quilates. Finalmente el catalán cometió un fallo, se fue al suelo y sólo pudo rescatar un punto. Rossi ganó la que era su primera carrera del año. Una obra de arte que tuvo colofón, pues todavía los recelos no se habían desatado. Al día siguiente, Marc visitó por primera vez el Ranch de Rossi, su santuario, la pista de tierra donde entrena y reparte lecciones cerca de Tavullia. Compartieron risas y dirt track cuando las aguas todavía bajaban en calma.
GP EEUU 2013
Aquel alarde inolvidable, esa copia casi tan perfecta como la del maestro, fue recibido entonces como una chiquillada del recién llegado. Rossi simuló después un gracioso estrangulamiento en el corralito de meta y, entre bromas, le llamó "bastardo". Le había adelantado en el famoso Sacacorchos de Indianápolis (espectacular doble curva en bajada), más allá del interior, imitando aquella maniobra que el propio Rossi le había hecho a Stoner en 2008. Márquez, al que el italiano había acogido casi paternalmente, acabaría ganando el Mundial en su año rookie.
GP QATAR 2013
Márquez, en su debut en MotoGP, bajo los focos de Losail, fue recibido a lo grande. Con una preciosa batalla ante Rossi, mientras Lorenzo ganaba la carrera en solitario. Aquel mano a mano iniciático y premonitorio fue todo un show, la leyenda contra el que todos señalaban como su sucesor, ese niño que coleccionaba sus motos en miniatura, que no dudaba en admitir estar ante su ídolo. Elogios mutuos, aunque sobre el asfalto ya mostraran su carácter irredento. Rossi ganó aquel duelo por la segunda plaza, aunque recibió algún osado adelantamiento que ya atisbaba la ambición sin límite y la agresividad del novato.