Vaya si le ha tocado pasar por un calvario en los últimos años, pero finalmente Saab podría resurgir de sus cenizas como el ave Fénix, con la presentación de un vehículo eléctrico en 2017 y el lanzamiento de otras cuatro novedades un año más tarde.
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Al menos así lo anunció hace unos días, su presidente Mattias Bergman, después de que NEVS, la empresa matriz de la marca sueca, quedara limpia de deuda a principios de este año y noticias sobre su reorganización, reclutamiento de personal y nuevos accionistas hayan venido sucediéndose durante los últimos meses.
En ese sentido, el paso más primordial dentro de su rehabilitación sería, lógicamente, el primero de todos: la llegada de una berlina eléctrica basada en el Saab 9-3 Sedán, que reactivará la cadena de montaje de la marca de Trollhättan.
A fin de cuentas, ese vehículo eléctrico, que se comercializaría tanto en China como Suecia, servirá de alguna manera como ”programa piloto“ para el posterior arribo de los otros cuatro modelos que serían un deportivo, un todocamino, un familiar y otro coche situado entre estos dos últimos, todos con trenes propulsores eléctricos.
La firma, aunque resucitada, seguirá usando el nombre Saab en cualquier caso para sus modelos.
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Además, trascendió que espera comenzar el 2016 con una plantilla de 600 personas y hará un reclutamiento adicional antes de diciembre junto con una inversión de varios miles de millones de coronas suecas, en lo que Bergman calificó como ”uno de los proyectos industriales más importantes de Suecia en los últimos años“. De ahí que valdrá darle la enhorabuena a Saab por su regreso. Esperemos.