SEAT Bocanegra, los años setenta a todo gas

Creado: Jue, 10/07/2014 - 17:59
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Jorge Esténger Wong
SEAT Bocanegra, los años setenta a todo gas

Un pequeño modelo que pudo ofrecer espíritu deportivo, y divertir, con los recursos entonces a mano en la casa española.  Una imagen muy singular, imposible de confundir, que le bautizo para siempre.  Este es el Bocanegra, el coupé deportivo de SEAT en los años setenta. Veamos.

A mediados de los años setenta ya se veía como algo inminente la liberación del mercado automotor en España y el comienzo de importaciones directas.  Por esa razón los fabricantes domésticos diversificaban sus ofertas y se preparaban para el aumento de la competencia.  SEAT producía entonces varios modelos –casi todos- de la línea FIAT, con la cual mantenía vínculos casi sanguíneos.  En esta línea presentó en 1975 una versión Sport del modelo 1200, el cual sería bautizado como ”Bocanegra“, por tener todo su frente de ese color.  Desde su característico parachoques delantero, realizado en plástico negro, se incluía la parrilla frontal y las luces, de forma que el color del frontal era siempre negro, sin importar el color del resto de la carrocería.

Sin hacer mucho detalle sobre sus características nos deja la sensación de ser un auto recontra-hecho: chasis de un modelo, motor de otro y diseño comprado a NSU.  Así, el SEAT 1200 Sport estaba basado en el chasis del SEAT 127 pero, para ser consecuentes con su enfoque deportivo, estaba equipado con un motor de mayor cilindrada: el cuatro cilindros de 1.197 litros, montado transversalmente e inclinado 17°, proveniente del SEAT 124. No obstante, ofrecía una potencia de 67 CV y un par de 90 Nm, lo cual permitía al pequeño coupé, de configuración 2+2, una velocidad máxima de 160 km/h. El diseño de la carrocería fue comprado a la alemana NSU, que había concebido un vehículo con motor trasero, de ahí las características branquias de refrigeración en el maletero.

El modelo se resentía, sin embargo, por varias limitaciones que eran incompatibles con su carácter, enfocado a ofrecer performances algo superiores, aunque nada excepcional, lo entendemos. De inicio, su transmisión, delantera, estaba liderada por una caja manual de cuatro cambios, cuando en esa época ya era perfectamente posible equipar estos modelos con cinco marchas.  El motor, cuando reparo en su arquitectura, es básicamente el mismo FIAT 1200 que equipó a tantos modelos europeos desde los años cincuenta: con sus 73 mm de diámetro y 71 mm de carrera, es prácticamente el mismo de un SIMCA 1959 –que usaba esa planta- un modelo francés, de origen FIAT.  Entonces, con una mayor relación de compresión (aquí llega hasta 8,8:1) y un carburador Solex de doble cuerpo, la aceleración de 0 a 100 bajó a 14,5 segundos y la velocidad máxima llego hasta 160 km/h,  20 km/h por encima del mencionado SIMCA de los cincuenta.  Por supuesto, el Bocanegra no fue un éxito de ventas.  SEAT lo comercializó el modelo entre 1975 y 1980, incluyendo una versión 1430 Sport con un motor de 1,4 litros, y lo retiró definitivamente del mercado.

Sin embargo a pesar de sus limitaciones llenó un espacio en un mercado que aún esperaba por mejores opciones y, estoy seguro, debe haber brindado bastante diversión a una generación que creció en medio de los más convencionales e insípidos SEAT 124, 127  o 133.

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Jorge Esténger Wong