Si de apuestas fuertes se trata, en el sector automotriz SEAT sin duda es una, toda vez que el Grupo Volkswagen ha decidido invertir hasta el 2020 nada más y nada menos que 3 300 millones de euros en su planta de Martorell (Barcelona), de los que buena parte se destinarán para el desarrollo de cuatro nuevos modelos de la marca española durante los próximos dos años.
Semejante desembolso, de hecho, supone la mayor inyección de capital en la historia de la fábrica catalana, al constituir un 40 % más de los recursos destinados por el grupo en el último lustro.
En ese sentido, el presidente de la firma, Jürgen Stackmann, destacó que los recursos se destinarán a impulsar nuevos proyectos de I+D para el desarrollo de vehículos en el Centro Técnico y a equipos e instalaciones dentro de la planta, que se traducirá, a su vez, en el lanzamiento de cuatro nuevos vehículos antes del 2018.
El primero, ya se sabía, será el primer todocamino (SUV) de SEAT, que la marca lleva meses preparando para presentarlo en el próximo Salón de Ginebra antes de ponerlo a la venta durante el segundo trimestre de 2016, precisamente como una baza llamada a consolidar el camino hacia los beneficios, tras romper su dependencia del Ibiza y erigir al León como su producto de mejores dividendos el pasado año.
De los tres modelos restantes, por el contrario, poco o nada se sabe, como no sea que la firma ibérica tiene entre sus planes lanzar dos SUV más en el futuro, uno más pequeño y otro más grande, además de renovar el actual Ibiza.
”Estos modelos forman parte de un ambicioso plan para seguir fortaleciendo la marca e impulsando las ventas, que crecen de manera ininterrumpida desde 2013“, señaló Stackmann, para terminar apostillando que dichos proyectos de la empresa que dirige garantizan ”la competitividad, el empleo y el futuro“.