Nueve meses después Toyota vuelve a comandar —por una nariz— la reñida carrera que en los últimos tiempos viene sosteniendo con el grupo alemán Volkswagen para ver cuál de los dos resulta el líder mundial en ventas anuales.
Entre enero y septiembre, el coloso japonés, que reúne a las marcas Toyota, Daihatsu y Hino, logró comercializar casi 7.5 millones de vehículos para retomar la delantera como la firma de mayores ventas,aun cuando estas cayeron un 1.5 % respecto al mismo periodo del año pasado.
Según los datos dados a conocer por la empresa, los vehículos que menos se vendieron fueron los de su filial Daihatsu, cuyas entregas a nivel mundial cayeron un 12 %, en contraste con las del fabricante de autobuses y camiones Hino que registraron un incremento del 1.5 %. La propia marca Toyota vendió un 0.5 % menos que en el 2014.
En cambio, el grupo Volkswagen, que había conseguido colocarse como número uno durante el primer semestre, cedió ahora su ventaja por un estrecho margen, al matricular 7.43 millones de unidades hasta septiembre, igualmente con un por ciento interanual de -1,5.
En parte, ello se deslinda directamente de la controversia desatada en torno a las emisiones contaminantes en algunos de sus motores diesel, pero también responde a la contracción de la demanda en mercados clave como China.
De ahí que la mayoría de los analistas coincide en señalar a Toyota como claro favorito para liderar el escalafón de ventas en todo el mundo al término del año, aunque los japoneses informaron la semana pasada que iban a llamar a revisión un total de 6.5 millones de vehículos por un defecto en los elevalunas eléctricos.
Por tercer año consecutivo, Toyota ocupó el primer lugar en ventas mundiales en el 2014, cuando logró batir el listón hasta entonces de inédito de los 10 millones de unidades vendidas. Un liderazgo que la firma nipona ha venido sosteniendo desde que en el 2008 relevara a General Motors en la cima del podio y que solo cedió en el 2011, a raíz del tsunami que azotó el noreste de Japón.