Ya ven: de que en el mundo hay fans de la automoción, los hay; como este joven chino que en sus ratos de ocio se dedicó a fabricar un vehículo eléctrico en su casa.
Se trata de Chen Yanxi, que trabaja en una fábrica de cristal al sur de la provincia de Hainan, pero al mismo tiempo es a sus 27 años un entusiasta de los coches deportivos, al punto de idear por completo un automóvil, desde su diseño hasta el sistema de propulsión, con la transmisión y las suspensiones incluidas, creando el chasis con tubos de acero galvanizado y la carrocería con fibra de vidrio.
En cualquier caso, el gusto de Yanxi por los supercars se deja ver claramente en la posición central de conducción, que evoca al concept Lamborghini Egoista, mientras el color rojo distintivo de Ferrari. Aunque lejos de la espectacular fisonomía que lo asociaría a un modelo de altas prestaciones, el vehículo apenas supera los 40 km/h, y lo cierto es que tampoco puede, al menos de momento, circular por la vía pública, al no gozar del reconocimiento que gozan los fabricantes autorizados por parte de las autoridades chinas.
En ese sentido, cabe destacar que el coche ”hecho en casa“ no cuenta con elementos de seguridad tan básicos como los retrovisores exteriores o los faros con intermitentes, por lo que su creador lo ha tasado apenas en 30 000 yuanes (equivalentes a uno 4 430 euros).