¿Se imagina surcar los cielos a bordo de un automóvil? Vale, no es algo que todavía esté al alcance de la mano, aunque casi casi… si tienes la posibilidad de viajar en uno de los nuevos Boeing 777 de Emirates y, con fortuna, lo haces en primera clase.
La aerolínea árabe se propuso crear las cabinas más exclusivas del mercado y para ello convocó a Mercedes-Benz, que diseñó los asientos inspirándose en su modelo más refinado: el Clase S.
La iniciativa, producto de la colaboración entre ambas compañías iniciada en 2014, dotará a los aviones de Emirates con unos niveles de confort, lujo y privacidad equivalentes a los de la berlina de representación alemana.
De ese modo, el espacio cuenta con una butaca que se puede poner en posición de gravedad cero, con una pantalla de alta definición de 32 pulgadas y un control remoto wireless para regular a gusto la luz y la temperatura.
Además, cuenta con puertas del piso al techo que permiten al pasajero estar totalmente aislado del resto de la aeronave y, entre otras curiosidades, incluye binoculares para disfrutar de la vista.
Entretanto, como compensación para para las ubicaciones centrales hay ventanas virtuales que simulan el cielo.
No por gusto, la aerolínea con sede en Dubái aparece entre las 10 principales compañías a nivel mundial en términos de pasajeros-kilómetro, amén de ser una de las mayores empresas por ingresos, el tamaño de la flota y vuelos operados.
Para hacer más patente su alianza con Mercedes, Emirates ofrecerá a los pasajeros de primera clase un servicio de chofer de puerta a puerta en el aeropuerto —cómo no— a bordo de un auténtico Clase S.