Como si dar prioridad a un mayor número de modelos eléctricos e híbridos no fuera suficiente, Volkswagen ahondará aun más su compromiso medioambiental en 2017 con la introducción de un nuevo filtro de partículas para sus motores de gasolina de inyección directa TSI y TFSI.
De ese modo, el grupo alemán informó en un comunicado que para el año 2022 podría equipar anualmente unos siete millones de vehículos con esa tecnología, denominada ”Ottopartikelfilter“ para reducir las emisiones de hollín en un 90 %, comenzando desde junio próximo con los motores TSI de 1.4 L del nuevo VW Tiguan y con el TFSI de 2.0 Ls del Audi A5.
No en vano, el director de I+D del consorcio, Ulrich Eichhorn resaltaba que ”tras haber aumentado la eficiencia y reducido la emisión de CO2, ahora reducimos también de forma sostenida las emisiones de nuestros modernos motores a gasolina mediante la introducción en serie del filtro de partículas“.
”En el futuro, todos los modelos estarán equipados con la más novedosa y eficiente tecnología de convertidores catalíticos SCR“, añadía el responsable de la compañía con sede en Wolfsburg.
Si bien es cierto que la medida podría verse como un intento de Volkswagen para lavar la imagen de sus motores a raíz del llamado ”dieselgate“, tampoco deja de serlo que con ello se adelanta ya a los cambios que impondrá dentro de poco tiempo la legislación europea.
Y es que al hablar de partículas en suspensión, nos referimos a uno de esos índices que no suelen aparecer en las tablas publicitadas por las marcas, pero que cobran una especial relevancia en la calidad del aire que respiramos.
En ese sentido, la incorporación de los filtros de partículas podrían reducir hasta 2 000 veces las partículas en suspensión secundarias menores de 2.5 micras (PM 2.5), las cuales son especialmente peligrosas, al ir sus consecuencias de enfermedades respiratorias agudas hasta cáncer de pulmón o la lluvia ácida, entre muchas otras desgracias. De ahí que solo quepa congratular a Volkswagen por su iniciativa.