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Aunque en realidad hace años que Volkswagen opera en suelo azteca, el grupo alemán ha decidido elevar su presencia en México y consustancialmente en Norteamérica, para lo cual invertirá allí 1 000 millones de dólares (800 millones de euros al cambio actual) allí durante los próximos tres años. Sorpresiva o no, lo cierto es que la medida encaja perfectamente con su estratégico plan ”Volkswagen 2018“, que alberga entre sus metas comercializar un millón de vehículos en Estados Unidos para ese año.
De ahí que el consorcio de Wolfburgo destinará la mayor parte de esta inyección de capital a la construcción de una nueva factoría que se encargará de producir el modelo que relevará al actual Beetle a partir de 2011 y permitirá el mantenimiento de 2 000 puestos de trabajo en Puebla.
Precisamente, como parte de la inversión, Volkswagen ha decidido ampliar su planta allí para fabricar el modelo Jetta, en lo que el responsable de producción del consorcio, Jochem Heizmann (que será sustituido en octubre por el actual presidente de Porsche, Michael Macht), señaló como un paso decisivo para el futuro de la compañía en México.
No en vano, con esta ampliación, Volkswagen podrá incrementar en más de 100 000 unidades anuales su producción para Norteamérica, luego de que la compañía haya alcanzado el liderato en la venta de automóviles en Europa, China y Brasil.
De ahí que como acuñase Heizmann, en su nueva factoría el grupo igual prevé producir un nuevo motor. ”Esta nueva instalación suministrará a nuestras plantas de Puebla y de Chattanooga la última generación de motores a partir de 2013. Estos propulsores establecerán un nuevo estándar en términos de consumos y emisiones“, sentenció.