La rampa de Tallapiedra, una singular edificación que en su tiempo resultó vital para la eliminación de los residuos sólidos de la Capital.
A comienzos del siglo XX, la Habana incineraba sus desechsos sólidos y ya el 28 de enero de 1910, según acuerdo No.33 del Congreso de la República de Cuba, es aprobada la construcciópn de “un horno crematorio moderno para la incineración de las basuras de la ciudad de la Habana en el litoral conocido como Tallapiedra”.
Ello sería insuficiente para enfrentar el creciente aumento de los residuos, en la medida que la capital crecía de año en año. Es por ello que se procede a la construcción de la llamada “Rampa de Tallapiedra” o simplemente, “La rampa de la basura”; obra ingeniera de hormigón armado que naciendo a nivel de la calle aumentaba su elevacion hasta una plazoleta cuadrangular, donde los vehículos asignados volteaban su cargamento de desechos a patanas atracadas al muelle inferior, siendo arrastradas mar afuera por un remolcador. Estas operaciones, si bien sacaban del ámbito capitalino los indeseados residuos, afectaban según las corrientes marinas al norte de la provincia, la playa de Guanabo; cuya función como lugar de esparcimiento de los capitalinos, en tiempos de verano, era muy apreciaba. Muchas fueron las quejas de los residentes del lugar y de los bañistas habaneros que acudían el fin de semana a dicho litoral. De ahí la necesidad de buscar alternativas a la inevitable carga que generaba la vida cotidiana en la ciudad.
En 1938 se comienzan a verter residuos en las marismas de Cayo Cruz, situadas al otro lado de la ensenada de Atarés, donde años después se construyeron la Terminal Marítima del Puerto de La Habana (hoy Terminal Haiphong), y el Puerto Pesquero de La Habana. Los arenales de Guanabacoa fueron elegidos para los nuevos vertimientos y a su vez, años después, dieron paso a la Terminal de Contenedores del Puerto de La Habana.
Los residuos sólidos fueron alejándose de la urbe como ocurre en la actualidad, donde son sepultados y cubiertos con tierra.
El espigón y la rampa de Tallapiedra fueron demolidos en la década de los 90.
