Nace una nueva categoría, la Moto E, a la que muchos auguran un buen futuro dentro del circuito. La propuesta es, entre otras, ecológica y monomarca.
Se dice que lo que mal comienza, mal termina. Sin embargo, en el paddock del motociclismo universal prefieren asumir el devastador incendio que abortó el estreno en Jerez como un accidente más, y no como un mal augurio para el nuevo Mundial de Moto E, la categoría que —después de reacomodado el calendario—, finalmente nació el 5 de julio en medio del Gran Premio de Alemania, con asiento en la ciudad de Sachsering.
A la medianoche del pasado 14 de marzo, fecha en que ardieron las motos y toda la logística para el esperado debut, llegaron al alza las expectativas sobre una idea largamente acariciada por la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) y la empresa Dorna Sport, encargada de la organización del circuito de MotoGP.
El enfoque de la FIM hacia la sostenibilidad es el principal sustento de un proyecto con características distintivas. La propuesta es, entre otras cosas, ecológica y monomarca, pues entre diez candidatos, ha sido el fabricante italiano Energica el elegido para suministrar las motos, y Michelin la responsable de los neumáticos.
Así, los pilotos en concurso montan el modelo Energica Ego Corsa, una versión de su prototipo comercial adaptada para la categoría, con 147 caballos de fuerza, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tres segundos y de alcanzar una velocidad punta de 250 km/h.
Apuntalar su calado entre la afición es uno de los objetivos primarios, de ahí que los organizadores hayan integrado a la Moto E en los eventos de MotoGP para aprovechar la misma cobertura mediática. Además, para el diseño de la parrilla de 18 pilotos se le han otorgado dos plazas a los siete equipos satélites que participan en la máxima categoría, y el resto se repartió entre escuderías de Moto2 y Moto3.
La candidatura al primer título es lo más variopinta posible en cuanto a edades y experiencias. La llegada poco antes de anunciarse el listado del italiano Mattia Casadei (SIC58 Scuadre Cose) le convierten a sus 19 años en el piloto más joven, y contrasta con el regreso, a sus 46 abriles, del barcelonés Sete Gibernau (Pons Team), curtido en la categoría reina, en la que conquistó los subcampeonatos de 2003 y 2004.
Mientras, la española María Herrera (Openbank Ángel Nieto Team) le pondrá el toque femenino a un pelotón que reúne un puñado de títulos mundiales de velocidad, pero también de resistencia, desde donde llegan muchos nombres notables de la FIM EWC.
Emerge así la era eléctrica en el circuito y, como después de cualquier nacimiento, el futuro se torna impredecible. Tocará a todos ellos escribirlo con maestría sobre el asfalto durante seis emocionantes carreras.
