En busca de las raíces de La Habana en un jeep Suzuki

Creado: Lun, 07/10/2019 - 18:12
Créditos
Willy Hierro Allen
Por la Habana en el Suzuki Jinmly

La Habana tuvo otra fundación y otro asentamiento, antes de su enclave actual en la bahía que acogió su nombre. Allá nos fuimos en un jeep Suzuki…

El origen de nuestra actual San Cristóbal de La Habana, está en la vertiente suroccidental de la isla de Cuba, al oeste del río Mayabeque y a 8 km de la costa, en tierras del actual municipio de Melena del Sur. Así, en el Escudo de Armas de la localidad, aparece esta frase en latín: HIC PRIMO HABANA CONDITA EST.

Escudo Melena del Sur
Foto: Marilyn Luis Grillo

Pero el sitio exacto no se conoce, por la falta de evidencias materiales que pudiese aportar una investigación arqueológica en la zona, baja y proclive a inundaciones debido a las frecuentes tormentas tropicales. Sin embargo, hay la certeza de que fue dentro del triángulo formado por tres puntos: el Batey la Riva, el ingenio La Teresa y el Batey Ojo de Agua.

 

Se sabe, además, estaba en la orilla oeste del río Onicagina, donde había también un asentamiento de indígenas siboneyes (Abana), súbditos del cacique Habaguanex, que acogió a tres náufragos españoles encontrados en la costa. Uno de ellos, García Mejía, contó a Diego Velázquez, Teniente Gobernador de la Isla Fernandina (Cuba) su aventura en la zona.

A orillas del rio Mayabeque
Foto: Marilyn Luis Grillo

Pero mucho antes, navegó por allí Cristóbal Colón en su 2do viaje (1494) y, según escribió en su diario, el 5 de julio, pernoctó en la Playa Mayabeque actual, a la desembocadura del río Onicagina (como llamaban los nativos al actual río Mayabeque). Allí abasteció sus naves de agua potable e hizo una descripción del paisaje.

 

Está claro que fue ahí, porque el Mayabeque es el único río de la costa sur de La Habana con aguas puras y cristalinas en su desembocadura, donde hay una playa y, además, el lugar en el cual las palmas reales se acercan a la orilla del mar, tal y como Colón describió el paisaje a su alrededor ese día.

Desembocadura del Río Mayabeque
Foto: Marilyn Luis Grillo

21 años después, en 1515, Diego Velázquez funda la villa de San Cristóbal de La Habana, la última de las siete primadas. También fue en julio, el día 25, al centro del triángulo antes descrito, cerca del río (navegable en aquel entonces), en un lugar conocido como “Cayo de la Ceiba”. Ahí, a la sombra del enorme árbol, se dio la primera misa, se efectuó el primer cabildo y se declaró fundada la villa.

 

Este primer asentamiento tuvo su época dorada. En la villa se abastecían de agua, cebo, pieles, carne salada, tasajo, yuca y otros insumos, las naves que salían, por la costa sur, en misiones de conquista y colonización. Para eso contribuyeron dos factores: las tierras fértiles de la llanura y la mano de obra o fuerza de trabajo de los aborígenes locales.

Primer Asentamiento de La Habana

Desde esta villa partió Hernán Cortés para la conquista de México y otras expediciones se armaron hacia las islas de La Española, Jamaica y Puerto Rico; y nuevas a México, Veracruz y Yucatán, así como algunas para Centro y Sur América. La villa de San Cristóbal de La Habana, en el sur, tenía buen tráfico y comercio. 

 

Pero las condiciones ambientales no le favorecían, era una zona propensa a inundaciones, de costa cenagosa, insalubre y castigada por las tormentas tropicales. Antes de cumplir los 4 años de fundada, los vecinos empezaron a emigrar hacia la costa norte. Y se asentaron en la de la desembocadura del río Casiguaguas (hoy Almendares), en su rivera este.

En el Estuario de Mayabeque
Foto: Yaciel López

Sin embargo, relativamente cerca se encontraba una protegida bahía de bolsa, descubierta y nombrada por Sebastián de Ocampo, en 1508, como Carenas, ya que ahí se había detenido, durante el bojeo a la isla de Cuba, para carenar sus naves. Y poco a poco los moradores se mudaron para la costa oeste de la bahía.

 

Así fue que comenzaron a llamar al asentamiento del río Casiguaguas, en donde cada vez quedaban menos vecinos “Pueblo Viejo”. Y, finalmente, el 16 de noviembre de 1519, se fundó la actual ciudad de San Cristóbal de La Habana.      

Notas Adicionales.

El Suzuki Jimny

Fue el primer todo-terreno mini y el primer 4x4 de Suzuki. La historia del Jimny comienza en 1968, con un prototipo bajo de denominación de Lj10. Su concepto era novedoso: un mini-auto 4x4 que ruede por terrenos difíciles e ir a lugares a donde los autos comunes no podían llegar, así se promocionaba.

En el Suzuki por el Prado
Fotos: Abel Rojas

Su proyección internacional fue exitosa: de las 10 mil unidades mensuales fabricadas en Japón, 7 mil se exportaban. En 1987, Jimny llegó al millón de unidades, se comercializó en 100 países. Se vendieron 1,69 millones. Salió la tercera generación (1998-2018).

En 2018, la cuarta entrega del Suzuki Jimny regresó a su estilo original. Sus formas cuadradas de hoy, imprimen una onda retro, con los faros redondos y la parrilla plana con 5 entradas de aire verticales.

 

Las leyendas de amor del río Mayabeque

Hace más de cinco siglos, el entonces navegable río Onicagina, en la costa suroccidental de Cuba, comenzó a tejer leyendas de amor que terminaron por cambiarle el nombre. Investigaciones históricas consignan que, a fines del siglo XV, exactamente el 5 de julio de 1494, en la desembocadura del río Onicagina, estuvo Cristóbal Colón.

 

Maya y Beque
Foto: Marilyn Luis Grillo

 

El propio mes de julio, 21 años después, Diego Velázquez remontó el curso del río para fundar, a 8 km de la costa, la séptima villa de Cuba: San Cristóbal de La Habana, el 25 de julio de 1515. En este mismo estuario del Onicagina se forjaron las leyendas del río Mayabeque. Estas últimas sin fecha precisa ni documento histórico, porque las leyendas, si son de amor, nacen, se narran, son eternas, como lo es el amor.

 

La de Maya y Beque, dos jóvenes nativos que se impusieron ante la crueldad de los colonizadores, protagonizaron esta leyenda. Juntos entraron a la eternidad, prefirieron dejar sus vidas en la desembocadura del Onicagina a sufrir la esclavitud ofrecida.

 

Historia de Maya y Beque
Foto: Marilyn Luis Grillo

 

Su sacrificio ha perdurado por más de cinco siglos en la memoria popular, al punto que cambió el nombre del río. Sus nombres indígenas se unieron, al igual que ellos, para formar uno solo: Mayabeque. Dicen los románticos que, en las noches de luna llena, tomados de las manos pasean por allí la pareja de Maya y Beque.

 

EN el museo de Melena del Sur
Foto: Marilyn Luis Grillo

 

Y si una pareja de enamorados, al día de hoy, remonta la corriente del río, su amor será para siempre porque estará bendecido por el Mayabeque. Al río nos acompañaron Yousy Fresno y Yanisleidys Vasallo, museólogas del museo municipal de Melena del Sur, quienes nos hicieron historias de esas que hacen suspirar. Gracias.

 

San Cristóbal

Según la leyenda, era un cananeo de “5 codos de altura” (unos 2,3 metros) y espantosa cara, que sirvió en el reino de Canaán. Un día se le ocurrió ir a servir “al mayor rey que existiese” y allá se fue. Sirviéndolo se percató que este rey se santiguaba ante la simple mención del diablo, entonces se dio cuenta que el diablo era más poderoso. Y se fue a buscar al diablo.

 

Buscándolo, se topó con una banda de malhechores, a quienes preguntó por el diablo y, uno de ellos le dijo, yo soy el diablo. Así Cristóbal empezó a servirle, pero cuando vio que le temía a la cruz de Cristo, decidió irse en busca de Cristo. Preguntando a la gente por Cristo, conoció a un ermitaño que le instruyó en la fe cristiana.

 

Tomado de www.iglesia.info
Foto: Tomado de www.iglesia.info

 

Cristóbal le preguntó cómo podría servir a Cristo y el ermitaño, al ver su gran tamaño, le sugirió que ayudase a la gente a cruzar un caudaloso río cercano, así serviría a Cristo. Estaba Cristóbal en su quehacer, cuando un niño le pidió ayuda para cruzar el río. Durante la travesía, el río creció y el niño pesaba tanto que Cristóbal apena podía con él.

 

Tras mucho trabajo, Cristóbal consiguió pasar al niño. Al bajarlo le dijo: me pusiste en peligro, creí que llevaba sobre mis hombros el peso del mundo. Y el niño le respondió: tú no solo has tenido sobre tus hombros el peso del mundo, sino al hombre que lo creó. Yo soy Cristo, tu rey, a quien serviste en este oficio. Seguidamente, el niño se desvaneció. 

 

Tomado de www.cope.es
Foto: Tomado de www.cope.es

 

Cristóbal fue acogido por los cristianos, que entonces eran martirizados y, el rey local, al saber del gigante Cristóbal, pretendió ponerlo a su servicio. Pero Cristóbal se negó. Para ganárselo, el rey envió dos bellas mujeres y le prometió riquezas si aceptaba sus dioses paganos. Cristóbal convirtió a las mujeres al cristianismo y no quiso riqueza alguna.

 

El rey, enfurecido, ordenó matarlo, mientras Cristóbal seguía predicando la fe cristiana. Tras varios intentos fallidos, Cristóbal fue decapitado. Tanto el 25 de julio, fundación del primer asentamiento de la villa San Cristóbal de La Habana (1515), por Diego Velázquez; como el 16 de noviembre, que se fundó La Habana actual (1519) y ahora cumple La Habana 500 años de instituida, son fechas ligadas a San Cristóbal. También es el Santo Patrono de los viajeros.        

               

 

 Foto Portada: Abel Rojas.

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Willy Hierro Allen

Sobre el autor

Periodista, licenciado en la Universidad de La Habana, hace periodismo desde 1971. Dirige publicaciones especializadas. Escribe sobre transporte terrestre, aéreo y marítimo y trata temas de cultura y turismo. Ha escrito para radio, televisión y prensa plana. Premiado en concursos y coautor de libros. Fue corredor de motocicletas en los años 60 y conoce de mecánica.