Primero fue la imagen, luego ha sido el nombre. El nuevo compacto de Skoda se llamará Scala, tendrá mucha fibra de carbono y piezas en cristal, y contará con un sistema de propulsión híbrido.
De este modelo, basado en el concept el Vision RS que vio la luz en París a principios de octubre, dimos ya algunas pinceladas la semana anterior, a propósito del primer boceto que develó la marca checa.
No obstante, ahora conocemos la nomenclatura oficial con la cual saldrá al mercado y también que su diseño deportivo, unido a una alta carga tecnológica con un variado pack de asistencias a la conducción orientadas especialmente a la seguridad, harán que este nuevo Skoda no tenga reparos al medirse con los actuales líderes de su segmento.
De hecho, con él la filial del grupo Volkswagen apunta a establecer un referente para las versiones deportivas RS dentro de su gama, pues el concept exhibido en la capital francesa exhibió un sistema de propulsión híbrido enchufable que combinaba un motor de gasolina 1.5 TSI de 150 CV junto con otro eléctrico de 75 kW (102 CV) para conseguir una potencia total de 245 CV.
Gracias a ello el nuevo modelo podría acelerar de 0 a 100 km/h en 7.1 s, con una velocidad máxima de 210 km/h y unas emisiones de tan solo 33 gr/km, prestaciones todas estas obtenidas con el modo Sport de conducción, al que se suman al Normal y el EV (solo eléctrico).
Asimismo, la batería de ion litio presente en el Vision RS, le otorgará hasta 70 km de autonomía con una capacidad de 13 kWh, cuya carga –según prometen desde la marca– se podría restablecer al 100 % en dos horas y media desde una toma doméstica.
