Tras la aparición del todoterreno Jeep, Rover se enfoca en sus potencialidades y lanza el mejor vehículo de ese tipo en la historia: el Land Rover.
Tras la Segunda Guerra Mundial, uno de los directivos de Rover compra para su granja un Jeep, de los recien “inventados” por los norteamericanos. El carrito lo impresiona y divierte al punto de quedar convencido de lo beneficioso que sería para Rover producir un modelo similar.
Por supuesto, el modelo de Rover deberá atender las necesidades y detalles del mercado inglés, acorde al gusto y preferencia de un público más pragmatico.
El diseño se encarga a un equipo liderado por Robert Boyle y el cual en apenas unos meses tiene el primer prototipo funcional listo. Un detalle curioso resultaba el puesto de conducción en el centro, algo que fue rectificado de inmediato, por su poco sentido práctico.
Tan bien resultaron las cosas que, en abril de 1948, se presenta el modelo en el Salón de Ámsterdam, y solo era preciso ultimar detalles para comenzar la producción. Como la fabrica había sido arrasada por la Luftwaffe la empresa se había trasladado a Solihull Warwickshire, donde edificó una nueva factoría. De allí salieron las primera unidades del mitico todoterreno.
Su carrocería tuvo que ser elaborada en aluminio, debido a la escacez de acero. Por suerte, Rover había adquirido gran experiencia en el uso de ese metal, durante sus producciones para la recien finalizada contienda.
El Land Rover resultó un vehículo liviano y sin problemas de corrosión, con un motor de cuatro cilindros en línea y 1.6 litros, capaz de producir 50 CV de potencia. Tenía un esquema de tracción 4 x 4, permanente, con dispositivo de rueda libre para el eje delantero. En 1950 el motor fue reemplazado por uno de 52 CV y mayor par motor. El resto de la propuesta tecnológica, la complementan ejes rígidos con ballestas, tanto adelante como atrás, y frenos de zapata en las cuatro ruedas.
La fortaleza y durabilidad del Land Rover lo universalizaron y su exito ha sido global. Luego de setenta años de su concepción, el Land Rover sigue siendo para muchos el mejor todoterreno de la historia. En los cinco continentes su figura inconfundible goza de enorme respeto y prestigio.
Los modelos de la primera serie, producidos entre 1948 y 1951 son muy apreciados por los coleccionistas.
