A la tercera va la vencida, dice un viejo proverbio. Así le sucedió al británico Richard Browning quien batió un récord de velocidad e ingresó en el libro de los Récord Guinness en noviembre de 2017.
Browning es ingeniero, piloto jefe de pruebas y fundador de la compañía Gravity Industries. Llevaba algún tiempo trabajando en su innovador traje inspirado en Iron Man, el superhéroe de los comics de Marvel que tiene muchísimos seguidores, hasta que consiguió su objetivo. En Lagoona Park, en la localidad de Reading ante un concurrido público que lo miraba con gran expectativa pudo probar su traje, al que llamó Daedalus, el Día Mundial de los Récord Guinness.
Después de tres intentos remontó el vuelo sobre un lago de su país a una altura de 100 m, alcanzando 51.53 km/h, superando de esta forma el récord de velocidad en esta disciplina. El traje inicialmente estaba concebido con 4 microturbinas en los brazos y 2 en los pies y luego llegaron a la conclusión, él y su equipo, que el resultado sería superior si colocaban las 6 microturbinas en los brazos y la espalda, de esta forma ganaban en estabilidad y velocidad.
¿El resultado?, un récord por el momento, pues el equipo sigue inmerso en otros proyectos con motores de reacción en miniatura y Richard es vitoreado como el Iron Man británico.