Mucho se había especulado sobre el destino de Jorge Lorenzo en MotoGP para la próxima temporada, situándolo virtualmente sobre diferentes monturas, con el fin de hacerle la guerra a quien ahora es el candidato número uno para llevarse la corona este curso, Marc Márquez. Cuando parecía que su destino era Yamaha, con una tercera moto “oficial” en un equipo satélite, llegaron como una bomba dos noticias: Dani rompe con Honda y Jorge se sube a su asiento.
Si me preguntan sobre el fichaje del mallorquín por el equipo oficial de la marca del ala dorada yo diría, sin temor a equivocarme, que no ha sido la mejor elección. Muchos esperaban que su victoria en Mugello con la Ducati –aunque tardía– podría cambiar las cosas entre el pentacampeón y las rojas de Boloña, pero creo que lo más saludable para ese matrimonio era un divorcio amigable, como parece que será.
Mi ilusión era que Jorge se montara en una Suzuki, porque la marca ha demostrado un alto nivel y la necesidad de un piloto de cabecera para aspirar a victorias en carreras y, porque no, a campeonatos. Lorenzo podría haber sido esa pieza crucial para tal objetivo. Además, tendríamos a Rossi y Viñales en Yamaha, Márquez en Honda, el sorprendente Dovi en Ducati y a un Jorge a todo dar en las azules celestes. ¡Qué campeonato tendríamos!
Pero no, el discípulo de Chicho ya no podía aspirar a Suzuki porque el equipo ya estaba completo y parecía más que seguro su regreso a Yamaha. Pienso que tampoco era ese cierre su mejor opción, pero al menos tendría la oportunidad de demostrar quién es el que mejor lleva la moto de los diapasones.
Sin embargo, la historia ha sido otra. El propio Lorenzo llamó al team manager del Repsol Honda, Alberto Puig, y le convenció para que le fichara. Ahora el balear acompañará a Márquez por dos años a partir de la próxima temporada.
¿Por qué dije al principio que no ha sido la mejor opción? Lo primero es que dos pilotos de tamaña calidad y sed de victoria no es saludable que estén en el mismo equipo, no es bueno ni para ellos ni para la marca. Pero al final, en el caso que nos ocupa, el más perjudicado será Lorenzo. Marc es, por mucho, el mejor piloto de la parrilla, conoce y domina al dedillo la RC213V y el balear tendrá que luchar con él con su mismo material.
Honda, ahora mismo, no es la mejor moto de la parrilla y puede que no lo sea la próxima temporada. La motivación de Honda será conseguir las mejores armas para estar en la cúspide y esas armas las tendrán ambos pilotos. El final de la historia ya está cantado.
Triste será para Lorenzo convertirse en otro Dani Pedrosa que, aunque ganó muchas carreras nunca fue campeón con Honda en la categoría reina. Jorge merece un mejor final, pero él mismo ha marcado su destino.