150, el punto de final de Chrysler Europa

Creado: Lun, 21/06/2010 - 03:37
Créditos
Jorge Esténger Wong
150, el punto de final de Chrysler Europa

Los pasos erráticos de Chrysler se remontan un buen número de años atrás y no se limitan a los Estados Unidos, pues en un momento esta fue una compañía de alcance mundial.  En Europa, específicamente, su voraz apetito había engullido dentro de Chrysler Europa a pequeñas marcas con tradición y prestigio dentro del automovilismo, como era el caso de Simca o Talbot.   Para finales de los años setenta el 150 sería el último en la zaga de la aventura europea de Chrysler.

El Chrysler 150 era un automóvil ordinario, revestido de un lenguaje sofisticado que ponía en un sub compacto de 1,6 litros refinamientos como el control automático de velocidad o cerraduras eléctricas.  El diseño trataba de halagar a la vista, como es práctica aún de la marca, sobre todas las cosas, regido por los patrones de la época, aunque con una clara vocación europea. Con características similares a otros modelos con presencia en el mercado de entonces, como el Renault 18, la realidad del Chrysler 150 latía desde su mecánica compuesta por un motor cuatro cilindros en línea de 1,6 litros de desplazamiento y 88 CV de potencia, cotas semejantes a vehículos como el FIAT 125 de entonces.

Sin embargo, como Chrysler dirigía su 150 un poco más arriba en el mercado, ofrecía una serie de elementos como la transmisión automática, la dirección asistida y la tracción delantera.  Esta última se estaba imponiendo en la industria y por algún tiempo funcionó como sinónimo de ”tecnología de avanzada“, algo que muchas marcas aprovecharon a su favor, aunque como  todos sabemos su desarrollo comenzó décadas atrás.  Para redondear esta filosofía Chrysler ponía en el 150 el ”programador de velocidad“ que no era más que un control de velocidad de crucero y el mencionado cierre electromagnético centralizado  y a pesar de que ninguno era una novedad absoluta, es justo reconocer que eran mucho menos comunes que hoy, sobre todo en vehículos de este tipo.

El Chrysler 150 fue además de los primeros autos que llegaron a la apertura española –junto a modelos de Lancia, SAAB, Volvo y Ford- luego de la liberalización de las importaciones en el sector automotriz.  Allí se colocó sobre las 427 000 pesetas de la época (y dios vaya a saber cuántos Euros de hoy podría eso ser) y sus ventas fueron discretas.  De cualquier forma Chrysler Europa no duró lo suficiente para ”trabajar“ este modelo, el cual le sobrevivió y se continuó vendiendo por algunos años como Talbot 150, pero esa ya será otra historia que me dejará llenar este espacio más adelante.
 

Créditos
Jorge Esténger Wong