1933, cuando Lancia era protagonista

Creado: Dom, 21/11/2010 - 01:16
Créditos
Jorge Esténger Wong
1933, cuando Lancia era protagonista

Soy de aquellos que padecen por la suerte que el ritmo frenético del mundo del siglo XXI ha puesto en nuestras vidas. Apenas hemos tenido tiempo de percibir que marcas como Pontiac son pura historia y otras sobreviven en un limbo mediocre que, muy probablemente, no merecen.  Ese es el caso de Lancia, la otrora brillante marca del automovilismo italiano.  Veamos una de sus creaciones del año 1933.

Este es el Lancia Astura Double Phaeton "Castagna" del año 1933, un automóvil extraordinario desde todo punto de vista, vencedor en dos ocasiones del prestigioso concurso de belleza "Coppa d'Oro di Villa d'Este", en Italia.  La segunda de forma honorífica, en 2004, durante la 75º edición del certamen.

El espléndido automóvil, nace del modelo Astura, el cual toma su nombre de un castillo cerca de Nettuno. Tuvo una vida efímera, entre el año 1931 al 1939, y apenas se produjeron cuatro series, con un total de 2 911 ejemplares. Esta soberbia máquina de Lancia fue equipada, en un principio con un motor V8 de V estrecha y 2,60 litros de desplazamiento. Esta planta de fuerza era capaz de entregar 73 CV de potencia a unas 4 000 rpm, gracias a lo cual el Astura Double Phaeton alcanzaba los 125 km/h de velocidad máxima.

Esta arquitectura se mantuvo en las dos primeras series y ya para 1934, con la salida de la tercera generación, se aumenta a 2 972 litros y 82 CV.   En este momento las versiones ofrecidas eran dos: el 233L, de batalla larga de 3 332 mm, y la 233 C con batalla corta de 3 100 mm. Las buenas cualidades del modelo quedan probadas con su participación en varias competencias, donde sobresale por su ”agarre“ a la carretera y maniobrabilidad, ganando en el Giro automovilístico de Italia de 1934 los dos primeros puestos en la clasificación absoluta.

Este magnífico comportamiento se debía, en buena medida, al excelente criterio empleado por Lancia en su bastidor "en cruz" de plancha en caja, al cual se fijaba el motor elásticamente mediante dos muelles de ballesta cortos. Fue una patente de Lancia, que eliminaba casi por completo las vibraciones del motor.  Con creaciones como esta la marca brillaba por su estilo sobresaliente, su carácter e innovación en la mecánica y sus resultados competitivos, todo lo cual sitúa a Lancia entre los protagonistas indispensables de la historia del automóvil.

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Jorge Esténger Wong