Autos, Cohetes y Propulsión a Chorro: la combinación de Opel vs a GMC

Creado: Dom, 02/12/2012 - 12:52
Créditos
Jorge Esténger
Autos, Cohetes y Propulsión a Chorro: la combinación de Opel vs a GMC

En la segunda década del siglo pasado la alemana Opel pasó a manos de GMC. Fue una de las mayores operaciones de compra realizadas hasta aquella fecha. Imbuido en su pasión por la velocidad, y aprovechando el descomunal potencial científico alemán de la época, Frtiz Von Opel logró maximizar el valor de la compañía familiar y obtener un trato en extremo ventajoso.

En 1862 Adam Opel había creado la compañía que aún lleva su nombre. Bajo la dirección de sus cinco hijos,la firma había pasado de ser una marca de máquinas de coser y bicicletas, a convertirse en el primer constructor de coches de Alemania, con un 37.5 % del mercado local. Su modelo  4/12 hp, conocido como ‘Laubfrosch’ (rana, en alemán), fue el modelo con mayor éxito en Alemania, antes de la Segunda Guerra Mundial. Este ”mérito propio“ ya era suficiente para llevar a término la transacción con General Motors, pero Fritz –nieto de Adam– con un excelente criterio del poder especulativo de la tecnología, magnificada por una publicidad superlativa, concibió y ejecutó con éxito una operación que se adelantó a su tiempo.

En esos años Alemania vivía una eclosión científica y teórica en campos diversos. Uno de ellos era la propulsión con cohetes y Frtiz vio las posibilidades de esta rama para obtener importantes registros en el automóvil. Con la colaboración de varias eminencias del momento, desarrolló el programa que la historia conoce como Opel RAK. El circuito oval cercano a la planta vio las primeras evoluciones del Rak-1 y aunque los resultados no fueron espectaculares, von Opel decidió darles toda la publicidad posible. El prototipo llegó a alcanzar los 75 km/h ante un reducido grupo de medios y espectadores, el 15 de marzo de 1928. Unos enviados de General Motors visitaron la fábrica principal del grupo ese año y quedaron impresionados ante la organización y eficacia de la producción.

Todo estaba listo para el siguiente paso, el Rak-2. El intento tuvo lugar en el circuito de Avus, de 8.3 km, situado en el distrito sureste de Berlín. Se invitaron a los medios de comunicación y más de 3 000 personas se congregaron para presenciar el espectacular evento. La imagen tipo torpedo del prototipo, basado en el chasis del Opel 10/40 CV, con dos alas de grandes proporciones inclinadas ligeramente hacia abajo –uno de los primeros ejemplos de la aerodinámica aplicada a la automoción– debe haber resultado casi espeluznante en aquel entonces. Para completar, en la zaga del Rak-2, estaban dispuestos ¡24 cohetes con 120 kg de pólvora!, listos para entrar en ignición de dos en dos, a través de un circuito eléctrico que se accionaba al pisar el acelerador, hasta llegar a un empuje máximo de 6 000 kg. Recogen los anales que solo la pericia de Fritz Von Opel como piloto evitó la catástrofe, pues las alas no estaban lo suficientemente inclinadas para evitar que el morro del Rak-2 tratase de echar a volar. A pesar de ello, logró batir el récord de velocidad para un coche: 238 km/h.

La suerte estaba echada, ese 3 de mayo de 1928, Von Opel adquirió en la prensa de su país y en la de EEUU –el New York Times y otros medios cubrieron la hazaña–, el sobrenombre de Rocket Fritz y la venta de Opel se cerraría, finalmente, en 33 millones de dólares de la época.

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Jorge Esténger