Cuando pensamos en los automóviles del futuro, nuestra imaginación divaga felizmente con la idea de un coche volador, Google parece tener una idea más realista del futuro. El gigante de Mountain View, anunció el pasado sábado un proyecto que venía desarrollándose hace muchos años, el cual tiene como objetivo que los autos conduzcan solos. Las pruebas ya comenzaron, hasta el momento con vehículos como el Toyota Prius y el Audi TT, los que circulan por carreteras de California y ya han alcanzado los 225 mil kilómetros recorridos.
Los test se realizan con mínima interacción humana, sólo en caso de ser necesario. Estos autos automatizados, son el fruto del trabajo de Sebastian Thrun, director del Laboratorio de Inteligencia Artificial de Stanford, e ingeniero de Google, coinventor del servicio de mapeo Street View. Ya en el 2005 el mismo Thrun condujo a un grupo de estudiantes de Stanford y diseñaron el auto robot bautizado Stanley, que ganó el segundo lugar del Gran Reto de la DARPA, el mismo condujo autónomamente a través de 212 kilómetros en el desierto. La misión que se propone Google es resolver los grandes problemas de seguridad y eficiencia de los vehículos mediante el uso de la tecnología, herramienta que han aprendido a usar bien estos chicos.
Pero, ¿cómo lo hacen? Estos autos automatizados usan cámaras de video, sensores de radar y láseres para ”ver“ el tráfico, así como unos cientos de gigabytes de I.A.(Inteligencia Artificial) y mapas detallados que se recolectan mediante automóviles que se conducen de manera manual. Todo esto es procesado por los monstruosos centros de datos de Google.
Por ahora, estos vehículos cuentan con conductor humano contratado por Google, los que presumen de un expediente de conducción impecable. Su función es sacar el auto del modo automático lo cual basta con: girar el volante, tocar el freno o suprimir un botón rojo que se encuentra en la pizarra de controles. También llevan a un operador de software entrenado para monitorear los sistemas del carro.
Vale la pena mencionar que Google no quiere vender autos, esta tecnología o bien la usarán ellos mismos, la venderán, o serán los cimientos que, por demás, solidifican lo que será un futuro cercano. Este experimento no deja duda alguna de que Google se encuentra a otro nivel y por suerte para la industria automotriz los chicos de Mountain View se han hecho cargo de un proyecto que como todos esperamos, tiene expectativas de desembarcar en puerto seguro.