Caterpillar, nace un gigante

Creado: Sáb, 20/08/2016 - 18:46
Créditos
Jorge Esténger Wong
Caterpillar, nace un gigante

Una compañía que realizó la innovación utilizada por los equipos que deben moverse en los más complejos terrenos. Gracias a las orugas hoy tenemos desde vehículos para aplicaciones civiles específicas, hasta mortíferos carros de combate. Estos fueron los Holt 77, los primeros tractores ”Caterpillar“, aunque la compañía con ese nombre se formaría hasta 1925.

Ya en fecha tan lejana como 1909 el desierto de Mojave, en los Estados Unidos de América, era escenario de la proeza de los tractores Holt 45. En ese momento, se construía el Acueducto de Los Ángeles y era necesario arrastrar los vagones de tren empleados. Los Holt 45 pasaron la prueba, dejando establecida una superioridad que mantendría por décadas.

Los inicios

A finales de 1890 los tractores eran movidos a vapor y resultaban sumamente pesados, en ocasiones hasta 450 kg por cada CV.  Por esta razón, se hundían en la tierra blanda de las granjas de labranza. Donde vivía Benjamín Holt -en el Delta del Valle de San Joaquín, California- esta situación era crítica y sus tractores se atascaban constantemente. Intentó solucionar el problema aumentando el tamaño y la anchura de las ruedas hasta ¡2.3 m de alto y 1.8 m de ancho, llegando a fabricar un tractor de 14 m!

Era común poner un tabón delante de las ruedas para ayudar, pero esto era lento y trabajoso. Holt consideró entonces poner temporalmente un camino de tablones delante del tractor, pero llevaba mucho tiempo, era caro, e interfería en los trabajos de arado y entonces… ¡eureka! Holt pensó en colocar los tablones alrededor de las ruedas. Así, en el Holt No 77, las sustituyó por un juego de tablas de madera unidas con cadenas, las cuales eran movidas por una máquina de vapor.

El Día de Acción de Gracias, el 24 de noviembre de 1904, probó satisfactoriamente esta nueva versión y el fotógrafo Carlos Clements, testigo de la prueba, observó que el tractor avanzaba lentamente: como una oruga. Al instante Holt aprovechó la metáfora. "Oruga. ¡Lo llamaremos así“!  Había nacido la leyenda Caterpillar. Estos Holt 77 modificados, o primeros Caterpillar, venían con cadenas en las ruedas con un grosor de 760 mm, un ancho de 1.1 m y 2.7 m de altura. Las tablas eran de Secuoya de 76X100 mm.  

Hoy, Caterpillar es el mayor fabricante del mundo de maquinaria para la construcción, equipos de minería, motores diésel y turbinas industriales de gas. Las orugas han servido por décadas –y lo harán por mucho tiempo más- para garantizar la movilidad de los más disimiles vehículos, incluso en el espacio. Pero esa ya será otra historia.

Créditos
Jorge Esténger Wong