China se perfila como la Meca automotriz del futuro

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:47
Créditos
Ariel B. Coya

Transcurrido medio año, una cosa va quedando clara en este 2009: el idilio de las automotrices con China no es fortuito ni carece de intención. En ese mercado emergente, muchos son los fabricantes que a priori han hallado refugio frente a los embates de la crisis mundial y varios los que han descubierto un filón invaluable de cara al futuro.

Tal es el caso de Audi que acaba de establecer un nuevo récord de ventas semestral en el gigante asiático al poner en circulación unos 66 886 autos entre enero y junio, lo que supone un alza del 11 por ciento comparado con idéntico período del 2008.

Veinte años después de su irrupción en el mercado chino, la casa de los cuatro aros no solo se ha consagrado líder indiscutido del segmento Premium en esa nación asiática, sino que ha logrado recabar un verdadero éxito con los modelos A4L y A6L, que produce en la planta de Changchun junto a su socio local FAW.

Pero semejante bonanza no es exclusiva de Audi como demuestra que las ventas de las automotrices estadounidenses General Motors y Ford también se hayan disparado hasta alcanzar niveles récord en el primer semestre, gracias a la popularidad de sus modelos más pequeños. No se puede perder de vista que Ford comercializase unas 18 224 unidades del Fiesta desde marzo hasta junio o que GM incrementara sus entregas en un 61,6 por ciento, mientras en Estados Unidos las ventas de ambos siguen cayendo en porcentajes de dos dígitos.

Sin embargo, la mayor connotación sobre ese fértil mercado acaba de cobrarla el grupo italiano Fiat que recién alcanzó un acuerdo con el fabricante chino Guangzhou Automobile Group (GAC) para la constitución de una 'joint venture' que invertirá 400 millones de euros en la construcción de una fábrica de automóviles y motores en la ciudad de Changsha, cuyo primer modelo será el Fiat Linea para el 2011. Lo dicho, en esta nueva Meca esplendente de las automotrices más que del presente, se trata del futuro.

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Ariel B. Coya