Lo ha anunciado el Financial Times, tan cercano a las fuentes: La automotriz alemana Daimler AG y la francesa Renault han acercado posiciones para concertar una alianza estratégica que sería oficializada en abril mediante un intercambio de participaciones ”simbólicas“ en torno al tres por ciento.
Aunque ambas partes han declinado verter comentarios sobre las actuales negociaciones, sabido es que desde hace meses discuten acuerdos para colaborar en áreas tan como la facturación de coches pequeños, los componentes para camiones ligeros y los automóviles eléctricos, segmento este último en el que la firma del rombo y su socio japonés Nissan ya proyectan hasta ocho modelos distintos, la mayor gama en todo el mundo.
No en vano, de llegar a buen término el diálogo, es de suponer que la alianza franco-nipona podría acceder a los motores diesel de Daimler para automóviles premium y vehículos comerciales, mientras la compañía germana se beneficiaría de la experiencia del fabricante galo en coches pequeños, permitiéndoles ampliar el abanico de su oferta con un sólido refuerzo de su tecnología.
Al fin y al cabo, la tendencia a forjar de tratados y coaliciones estratégicas no ha cesado de batir con fuerza en la industria mundial del automóvil, tan conmocionada por los efectos de la última crisis económica. Ya saben: Volkswagen (en fase de integración con Porsche) se ha comprometido accionarialmente con Suzuki, mientras BMW y PSA Peugeot Citröen (asociada a su vez con Mitsubishi) proyectan extender su cooperación más allá de la fabricación conjunta de motores.
Así que no sería nada descabellado si, a pesar de su fallida experiencia con Chrysler en el pasado, Daimler se sumara a la duradera y próspera entente de Nissan y Renault. Ya lo veremos.