El Opel GT podría estar de vuelta en 2018

Creado: Dom, 10/01/2016 - 12:38
Créditos
Ariel B. Coya
El Opel GT podría estar de vuelta en 2018

Quizá sea demasiado pronto para celebrar, porque básicamente todavía solo corren rumores, pero Opel parece tener claras intenciones de revivir al GT, uno de sus modelos estrella de finales de los años 60 y principios de los 70.

Aunque la marca alemana viene empleando la denominación GT (Gran Turismo) desde el año 1965, fecha de lanzamiento del modelo original, lo cierto es que ahora busca desempolvarla nuevamente.

Por tal motivo, esta nueva generación del deportivo alemán no tendría nada que ver con su predecesor, aquel biplaza descapotable basado en el Pontiac Solstice que desapareció apenas dos años después de salir a la venta en 2006.

En ese sentido, lo más probable es que de llegar a materializarse la idea veamos un GT derivado del Astra 2016, que con su nuevo proceso de fabricación aligerado se convertiría en una excelente plataforma de la que partir.

Aunque su diseño sería también más atrevido que el de ese modelo, con una faz muy parecida a la del Monza Concept presentado en 2013, con grandes tomas de aire, un capó prominente y una calandra que acapararía una buena superficie del parachoques.

A fin de cuentas, estamos hablando de un vehículo al más puro estilo de un coupé para cuatro pasajeros, que rivalizaría directamente con el Volkswagen Scirocco.

Mientras, un nutrido arsenal tecnológico se da por descontado en su interior, con muchas posibilidades de equipar el motor turbo de 2.0 L presente en las unidades más deportivas del Astra (el GSi y el OPC), pero llevado hasta los 300 CV de potencia.

Por ahora, es cierto que el modelo aún se encontraría en fase de desarrollo, pero tal es la fe que Opel y sus directivos tienen en este proyecto que dentro de poco vamos a ver seguro un prototipo promocional.

El Salón de Ginebra, el próximo mes de marzo, debería ser el lugar adecuado para su presentación. Veremos entonces si el nuevo GT está más cerca de hacerse realidad.

Créditos
Ariel B. Coya