El Campeonato del Mundo de Rallyes FIA mostró sus respetos a las víctimas de las atrocidades que se cometieron el viernes por la noche en París guardando un minuto de silencio el domingo, en el podio final del Rallye de Gales GB.
Pilotos, comisarios, personal de los equipos y aficionados se reunieron en el podio de Deeside para recordar a las 132 personas fallecidas y las más de cien que resultaron heridas en una serie de ataques terroristas perpetrados en la capital francesa.
Los colores de los uniformes de los equipos se alinearon para representar la bandera tricolor francesa, mientras que los pilotos desplegaron delante de ellos una bandera para enviar un potente mensaje de parte de la familia del deporte.
La ceremonia de podio prosiguió a continuación, pero los tres mejores clasificados recogieron tranquilamente el champán de los ganadores, en lugar de descorchar las botellas ante la televisión y los medios gráficos.
Anteriormente, en la meta de la última especial, el Power Stage, emitidoa en directo por TV, los franceses ganadores del rallye, Sébastien Ogier y su copiloto, Julien Ingrassia, se bajaron de su Volkswagen Polo R y cubrieron el parabrisas de su coche con la bandera tricolor como tributo a sus compatriotas.
