El fabricante chino de automóviles Geely prevé destinar 35 millones de dólares para establecer una planta de montaje en Uruguay, que produciría entre 8 000 y 10 000 unidades al año a partir de 2012. Aunque todavía no está confirmado el lugar donde se levantará el complejo industrial, a la espera de que en junio se confirme el plan de inversión, la compañía asiática ya realiza gestiones para instalarse en un predio contiguo a la fábrica de Nordex en la zona de Colón, según informó al diario Ultimas Noticias el director de Industrias, Sebastián Torres.
De ese modo el proyecto emplearía alrededor de 300 operarios y en una primera etapa se concentraría en la fabricación de la línea de autos LC 10 y las camionetas SUV, con lo cual Geely aumentaría ostensiblemente su presencia en el mercado uruguayo donde actualmente comercializa tres modelos (CK1, CK2 y MK) a través del grupo Fiancar con una garantía de tres años o 100 000 kilómetros.
No en vano el consorcio chino, que también ha plantado su bandera en otros mercados de Latinoamérica como Cuba, Perú y Venezuela como parte de su expansión global, tiene planificado este año producir 500 000 vehículos, contar con 15 modelos distintos e instalar plantas de ensamblaje en cuatro continentes, además de las seis que ya posee en el gigante asiático, con filiales en 34 países.
Pero más allá del proyecto de Geely se podría sumar, el interés de otras automotrices como la rusa AvtoVaz, propietaria de la marca Lada, que igualmente podría levantar en los próximos meses una planta en la nación charrúa para producir la nueva generación del modelo Niva 4x4. A ello se suman también Renault y Nissan, el primero de los cuales estaría interesado en fortalecer su presencia en el armado de camiones, mientras que el fabricante nipón invertiría en principio 20 millones de dólares para instalar una planta con 500 empleados y producir anualmente 20 000 vehículos de alta gama en la localidad de San José, en aras de surtir a los mercados argentino y brasileño.
Anteriormente otros fabricantes como Tata, Chery, Lifan, Kia y la japonesa Takata habían instalado fábricas de autopartes en Uruguay, por lo que solo faltaría que semejantes tentativas evolucionen sobre ruedas para confirmar el despegue del sector automotriz en ese país.