Luego de los intentos que ya describimos de principios de siglo XX, los modelos híbridos fueron desapareciendo en las décadas posteriores, aplastados por los bajos costes de producción de sus rivales de gasolina y el bajo precio de esta. Situación que se mantuvo casi inalterable hasta la mitad del siglo cuando, en el apogeo post guerra, el deslumbrar al público con los proyectos del futuro se convirtió en una técnica masiva de mercadeo.
Aunque parezca increíble, la tecnología híbrida imperaba en la industria de guerra.Es por lo menos curioso el hecho que, a pesar de que esta configuración fue capaz de mover los submarinos (motor diesel y eléctrico) de los dos bandos en la batalla del Atlántico, en la Segunda Guerra Mundial, no se empleara en mover un simple automóvil de paseo. Entre los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo, Victor Wouk fundó y vendió con éxito dos empresas eléctricas. Luego tuvo una idea: ponderó el problema de las emisiones de gases, la baja autonomía de las baterías y la potencia de los motores de combustión. Finalmente, vio las posibilidades de la tecnología híbrida y combinó las bajas emisiones de un auto eléctrico con el poder de un motor a gasolina. Con la ayuda de un colega, Charlie Rosen, puso una nueva empresa para desarrollar su idea del auto híbrido, el cual sifoneaba gasolina, tenía motor eléctrico y la mitad del costo de la mayoría de los autos que se producían entonces.Entonces, ¿qué pasó?
El principal obstáculo fue el momento: los años sesenta fueron la explosión de los muscle car, todos querían potencia a borbotones y la eficiencia no era una prioridad. Por otro lado, los expertos veían con mejores ojos la opción de un auto eléctrico y Wouk fue muy criticado por no creer en un sistema eléctrico por completo. Salvo un pálido intento de GMC en 1969, algunas investigaciones de Mercedes, Audi y Volkswagen en los setenta, la tecnología híbrida debería esperar hasta 1982, cuando Mercedes presentó el primer prototipo de un auto híbrido, tal cual lo conocemos ahora. Casi de inmediato VW y Audi construyeron algunos prototipos a finales de la década. Volkswagen, incluso, construye una pequeña flota de 20 autos híbridos con el objetivo de probar la tecnología, experimento que se extendió por tres años.
Ya para 1989 Audi introduce el primer auto híbrido comercial, el Audi Duo, carísimo y aún por debajo del desempeño de los motores Diesel.Luego presenta el Audi Duo II y –ya en los noventa– el Audi Duo TDI. Ninguno resultó un éxito comercial, pero dejó la pista lista para que en 1997 Toyota impusiera su Prius, en un final de Siglo XX matizado por la cumbre de Río de Janeiro sobre cambio climático y una mayor cultura ambientalista global.Finalmente, luego de casi 200 años de ser concebida en teoría, la variante híbrida llegó a las calles de nuestras ciudades.