Hispano Suiza Alfonso XIII, un clásico con abolengo

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:47
Créditos
Jorge Esténger Wong

El mundo del automóvil siempre ha tenido un magnetismo capaz de atraer a todos por igual, desde reyes hasta los miembros de las tribus más remotas. Así, Alfonso XIII (Rey de España al comienzo del Siglo XX) era un gran aficionado al mundo del automóvil y pronto tuvo un gran interés por la marca emblemática del automovilismo español de la época: la Hispano Suiza.

Fue el agente de ventas de Hispano-Suiza, Francisco Abadal, quien presentó al monarca un coche de 20 CV en 1905 del cual este quedó sorprendido por su resistencia y fiabilidad. Como colofón, un modelo de 4 cilindros y 20 CV fue entregado al rey en el año 1907.

Este fue el comienzo de una estrecha relación entre la mítica casa y el monarca español, quien llegó a tener muchos de los modelos que fabricó la firma, e incluso compró 250 acciones en 1910 y participó en las ampliaciones de capital de 1915 y 1916, llegando a poseer el 8% de las acciones. Este interés hizo que el rey, el cual era considerado toda una autoridad en el mundo del automovilismo, promocionase la marca en los círculos de la alta sociedad y que contribuyera, entre otros, a la difusión del buen nombre y fama de Hispano-Suiza, siendo apreciados como coches fiables, potentes y de categoría.

Lentamente Hispano-Suiza fue completando su gama de modelos, desde un pequeño utilitario de 12/15 CV hasta un gran 60/75 CV de 6 cilindros creado para rivalizar con los modelos más lujosos de distintas marcas automovilísticas, el cual fue el primer coche de 6 cilindros fabricado en España. En 1908 la firma alcanzó la cifra de 250 unidades vendidas, destinadas al uso de ciudad y turístico en 24 series distintas, correspondientes a modelos de motores de 4 cilindros de potencias 20/30, 24/30 y 30/40 CV.

Por todo lo anterior no debe sorprender que cuando Su Majestad El Rey Alfonso XIII solicitó a Birkigt que fabricara un modelo deportivo de serie basado en los victoriosos coches de carrera de la marca, su nombre quedase indisolublemente ligado a la historia de la marca y del automovilismo. De esta forma nació el deportivo de 15/45 CV al que se denominó "Alfonso XIII" en honor al rey y que constituyó uno de los mejores coches de la Belle Époque. Sus cualidades de potencia, ligereza y estabilidad, inusuales en aquel tiempo, así como el patrocinio real, provocaron que fuese un automóvil demandado. Hoy es una preciada rareza.

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Jorge Esténger Wong