Hupmobile 1932-33: estilo, clase y agonía

Creado: Dom, 13/08/2017 - 21:30
Créditos
Jorge Esténger Wong
Hupmobile 1932-33: estilo, clase y agonía


Los años treinta fueron implacables y oscuros.  Depresión en América, fascismo en Europa.  En ese escenario vivió su final una marca poco recordada, pero que fue la cuna de un diseñador excepcional.  Esta fue su primera creación, el Huppmobile 1932-33.

Orígenes

Formada por la unión de los hermanos Robert y Louis Hupp con un grupo de inversores, en 1909, Huppmobile fue una discreta, pero excelente compañía de automóviles durante la primera mitad del SXX.  Fabricó su primer modelo justo en 1909 y nuestro protagonista de hoy, el Huppmobile 1933, marca el hito de ser el primer automóvil concebido por Raymond Loewy, el extraordinario diseñador industrial, creador de la de la inmortal botella de Coca-Cola.

Huppmobile 1932-33

Pero a lo nuestro.  La década había comenzado mal para todos y Huppmobile no era la excepción.  Las pocas ventas, apenas 17456 unidades en 1931, ajustaron las cuentas y se contrató a Loewy para crear un producto diferente, capaz de ”flotar“ en el caos que hundía a toda la industria.

Loewy creó un modelo en verdad interesante.  Elegante, de estilo más moderno que la mayoría de los autos de la época, muy cuadrados y simples.  Los guardabarros delanteros seguían la forma circular de la llanta, con una fluidez natural, siendo denominados popularmente ”tipo bicicleta“ o ”CycleFenders“, en inglés. Igual prestó especial atención a los detalles, como el emblema encima del capot en forma de ”H“, lo cual no solo era  llamativo, sino que demostraba clase.

El Hupmobile1933 venía en tres series, cada una con un motor diferente, siendo este uno de los elementos que lastraron a muchos fabricantes.  Aquí, visionarios, como Curtice en Buick, aprendieron la importancia de compartir elementos entre gamas para disminuir los costos, y por eso sobrevivieron. Y es que Curtice era, sobre todo, un administrador y Loewy, un artista.

La primera de las series era la K321 con un motor de seis cilindros enlínea, 90 CV de potencia y una distancia entre ejes de 3,07 metros.  Luego seguía la F322 con un motor de ocho cilindros en línea, 96 CV y distancia entre ejes de 3,11 metros.  Por último, estaba la I326, con un mastodóntico motor de ocho cilindros en línea, 109 CV y distancia entre ejes de 3,18 metros.  La propia denominación de las series conspiraba contra las ventas –otro éxito de Buick, que comenzó a usar nombres, para personalizarlas- convirtiéndose en una desventaja.

El modelo fue bello, las ventas horribles: 10500 unidades en 1932 y 7316 unidades en 1933.  En los años siguientes se hicieron mejoras y Huppmobile trató de sobrevivir desesperadamente, pero los números eran lapidarios: para 1940 cerraría definitivamente.

Créditos
Jorge Esténger Wong