Jeep U. S. Army aún circula en La Habana

Creado: Dom, 10/04/2011 - 11:45
Créditos
Jorge Esténger Wong
Jeep U. S. Army aún circula en La Habana

Por años he deseado reseñar uno de los Jeep que, con excelente apariencia, circulan por La Habana. Sucede que la inmensa mayoría de ellos han sido transformados por sus dueños para poder utilizarlos como servicio de taxis colectivos y, por esa razón, ya no cuentan con la mayoría de sus agregados principales. Fue una verdadera sorpresa cuando hace apenas unos días, cubriendo una exhibición por el aniversario de la UCAMAC (Unión de Clubes de Autos y Motos Antiguos de Cuba), vi llegar uno que solo mirarlo bastaba para asegurar su nivel de conservación y originalidad.

Me acerqué al grupo de entusiastas jóvenes que lo tripulaban y de inmediato se estableció la comunicación. Fervientes enamorados del pequeño Jeep no escatimaron en mostrarme cada uno de los detalles originales: el motor Hurricane de cuatro cilindros en línea -en perfecto estado- lucía impecable bajo el capó, la chapilla con todos los datos claramente legibles y el impresionante estado de toda la parte inferior del vehículo; sus dos puentes tractivos funcionales en perfecto estado de conservación y limpieza; la suspensión por ballestas; el funcionamiento del limpiaparabrisas original (apenas una manilla); el arranque opcional por manivela (o crank); el funcionamiento de cada uno de los instrumentos en pizarra. En fin, todos los detalles que mostraban al Jeep en plena forma, casi tal cual se diseñó.

Una historia, una familia

Como otros vehículos que hemos visto en esta sección, este Jeep fue comprado y conservado en la misma familia por décadas. Guillermo Echevarría, y su amigo  Jeovany Torres, refieren como el padre del primero lo adquirió en 1953 y luego de apenas usarlo lo mantuvo por años en el garaje de la casa. En verdad, el pequeño Jeep CJ 3B tuvo su mayor tarea en los viajes a la finca propiedad de la familia en San Antonio de Cabezas, municipio Unión de Reyes, en la provincia de Matanzas, a unos 130 Km al este de La Habana, de donde proviene la familia de Guillermo. Ello le confiere especial importancia a este vehículo pues, al estar en esa provincia a principio de los años sesenta y ocurrir la invasión a Playa Girón, en 1961, es recabado por el Ejército Rebelde para utilizarlo en las acciones combativas. Desafortunadamente, nunca se pudo precisar exactamente a dónde fue destinado, ni qué servicios prestó, pero se puede asegurar que participó en esa contienda de forma activa.

El CJ 3B en detalle

Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial comienza la producción del Jeep para la vida civil y se utiliza la denominación CJ (del inglés Civilian Jeep) para su desarrollo. En los primeros años apenas se hacen cambios y justo en 1953 -cuando la marca es comprada en 60 millones de USD de la época por Kaiser- se introducen los primeros cambios, al ser sustituido el motor original Willys Go Devil por el Hurricane F4-134, el cual era, en verdad, una modificación del anterior. El nuevo motor mejoró su sistema de alimentación para alcanzar una potencia de 75 CV a 4 000 rpm y 155 Nm a 2 000 rpm con una relación de compresión de 7.5:1. En cuanto a imagen, el nuevo CJ 3B es fácilmente reconocible por su frente más alto, rematado con el nombre de Willys en el tope, modificación obligatoria para dar cabida al nuevo motor, más alto por su nuevo tren de válvulas. Por lo demás, el vehículo tenía una transmisión mecánica de tres cambios y tracción en ambos puentes. Esta generación se mantuvo en producción hasta 1968 y alcanzó 196 000 unidades. Además, se concedieron licencias de su diseño a Mitsubishi -fabricó 200 000 unidades hasta 1998- y a Mahindra. Esta última aún produce Jeeps basados en el CJ-3B en la India.

El CJ-3B de 1953 restaurado toma nuevos bríos

Guillermo y su familia aún conservan los documentos originales, que este redactor pudo admirar, así como los manuales de usuario y mantenimiento. Estos les han sido de preciosa ayuda en la restauración del pequeño vehículo. Sus amigos han participado con él en esta aventura. De hecho muchos de los datos para este trabajo fueron aportados por  Jeovany, quien conoce el Jeep de un extremo al otro con todo detalle y comenta orgulloso que el extremo trasero del vehículo aún mantiene la pintura de fábrica. Solo se sustituyeron la dinamo original para llevar el CJ-3B a la tensión de 12 V y el carburador Carter de ”una boca“, este último para mejorar el consumo. Ambos agregados están intactos y pueden instalarse en minutos.

Tanto Guillermo como Jeovany conducen con regularidad el Jeep CJ-3B de 1953 por las calles de su ciudad con el cuidado y esmero que merece. Saben que es uno de los pocos que en Cuba conserva más de un noventa por ciento de agregados originales y esta magnífica apariencia.

Créditos
Jorge Esténger Wong