Todos los fabricantes japoneses de automóviles (Toyota, Nissan, Honda, Mazda, Mitsubishi y Suzuki) han suspendido la producción de vehículos en sus plantas niponas, como consecuencia del terremoto y del posterior tsunami registrados el pasado viernes.
Toyota, el primer fabricante mundial de automóviles, mantendrá sin actividad sus factorías japonesas al menos hasta el miércoles 16 de marzo, lo que supondrá la pérdida de producción de unos 40.000 vehículos.
Nissan, compañía participada en un 44,4% por el grupo francés Renault, ya había suspendido sus operaciones hasta el lunes día 14, y aún no ha adoptado una decisión sobre cuándo podría reanudar la actividad.
La empresa ha perdido al menos 2.300 vehículos como consecuencia de los daños del tsunami. De esta cifra, 1.300 estaban en el puerto de Hitachi, preparados para su exportación a Estados Unidos, y otros 1.000 permanecían en el centro de servicio de Miyagi.
Por su parte, Honda ha suspendido la producción en todas sus fábricas de Japón al menos hasta el próximo 20 de marzo. La empresa ha donado 300 millones de yenes (unos 2,6 millones de euros) para las tareas de recuperación y ha suministrado además mil generadores de energía eléctrica para las zonas afectadas.
Mazda mantendrá sin actividad sus instalaciones de Japón como mínimo hasta el 16 de marzo, del mismo modo que Mitsubishi, cuyas instalaciones no se han visto afectadas, pero sí las de sus proveedores. Suzuki ha parado sus plantas hasta el 17 de marzo.
Las acciones se desploman
Tras la catástrofe, la bolsa de Tokio se ha visto afectada y los principales grupos automovilísticos han sufrido una fuerte caída, como es el caso de Toyota, que cae un 10,43% hasta los 3.220 yenes, así como Nissan que desciende en un 10,77% hasta los 712 yenes y Honda, que se desploma en un 7,70% hasta los 255 yenes.