Lamborghini Cheetah vs Humvee: la Guerra de los Vehículos Militares

Creado: Dom, 04/11/2012 - 14:49
Créditos
Jorge Esténger
Lamborghini Cheetah vs Humvee: la Guerra de los Vehículos Militares

La frecuencia semanal de esta columna nos permite tomarnos la licencia de disfrutar, en ocasiones, las curiosas historias de autos que sin ser clásicos o, incluso, sin haber llegado jamás a la línea de producción, aportan interesantes detalles a la historia del automóvil: este es el caso del Lamborghini Cheetah.

El Lamborghini Cheetah fue un prototipo del fabricante italiano, hoy dentro de la organización FIAT, que se propuso, a finales de los setenta, producir un vehículo todoterreno de orientación militar. Lo más exitoso del proyecto fue el nombre escogido. A la vez fue su espada de Damocles. El veloz felino africano nada tiene que ver con el torpe vehículo logrado por Lamborghini. Debemos recordar que en esos años, Lamborghini tenía fuertes vínculos norteamericanos, pues se encontraba bajo la administración de Chrysler. Eso explica la clara intención de vender el resultado de este proyecto al voraz ejército norteamericano. La base del diseño del Cheetah vino de Mobilty Technology International (MTI), y fue, en gran parte, una copia del prototipo XR311 de FMC, desarrollado para el ejército norteamericano en 1970. Esto dio lugar a una acción legal de FMC contra MTI y Lamborghini en 1977, cuando el Cheetah fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra. 

El único prototipo del Cheetah fue construido en San José, California, y enviado luego a Sant'Agata para que Lamborghini pudiera darle los últimos toques. Se empleó uno de los mastodónticos motores Chrysler de la época, un V8 de 5.9 L (5898 cc) impermeabilizado, con 183 CV de potencia. Para colmos fue montado en la parte trasera, con una transmisión automática de 3 velocidades. La inocencia de los constructores asombra, ¡tal parece que construían un Chrysler New Yorker para ir de picnic!

La carrocería del Cheetah era de fibra de vidrio, y en su interior había suficiente espacio para cuatro soldados totalmente equipados, así como el conductor. El montaje del motor en la parte trasera dio al Cheetah muy pobres características de manejo. El motor, por supuesto, no tenía la potencia necesaria para el peso del vehículo (2 042 kg) y el tipo de terreno que debía enfrentar. Así, el Cheetah aceleraraba de 0 a 100 km/h en 9.0 s, y podía alcanzar distintas velocidades en la carretera y en la arena: en la carretera su velocidad máxima era de 167 km/h, y en la arena su velocidad máxima apenas rozaba los 140 km/h. El rasgo deplorable era su maniobrabilidad, con una enorme masa en la parte trasera, un centro de gravedad alto y poca potencia para ”forzar“ la conducción, el Cheetah era un torpe y risible elefante.

El ejército de los Estados Unidos probó el Cheetah y, supuestamente, destruyó el único prototipo. Los restos "dañados" nunca fueron devueltos a Lamborghini o a MTI, y al final el contrato militar fue concedido a AM General y su similar HMMWV, más conocido por Humvee. De ahí se producirían luego los conocidos Hummer civiles, hoy en manos de la china Sichuan Tengzhong Machinery Company. Lamborghini, por su parte, insistiría con el LM001 primero y el LM002 más tarde. Del último llegó  a fabricar algunos cientos de unidades vendidas a los ejércitos de Arabia Saudita y Libia.

Créditos
Jorge Esténger