Una nueva e ingeniosa versión del hidrógeno como alternativa de propulsión ha sido patentada y es comercializada por un empresario hispano con sede en el Valle de San Fernando, en California.
"He creado un sistema que usa un proceso de electrólisis y se puede agregar a un vehículo para mejorar su desempeño, obtener más millas por galón, y más importante aún, crear menos polución", dijo Alex Rivera, un puertorriqueño nacido en El Bronx y fundador de esta compañía.
Según sus propios estudios, el proceso optimiza la combustión de los motores y ofrece ahorros de entre 20 y 50 por ciento en el consumo de gasolina, al tiempo que aumenta la potencia del vehículo, reduce la emisión de gases como el monóxido y el dióxido de carbono, e inclusive incrementa las emisiones de oxígeno.
Rivera explica en su página de internet How2SaveFuel que su estrategia aprovecha dos datos que el público en general desconoce: que los motores apenas trabajan a un 30 por ciento de su capacidad y que queman dos galones de agua por uno de gasolina.
Conocido como hidrógeno a pedido o HOD (por sus siglas en inglés), el proceso básicamente separa el agua en hidrógeno y oxígeno, para luego añadir esos gases y nuevos átomos de hidrógeno a los vapores de la gasolina y quemar así todo el combustible que antes se desperdiciaba, con el consecuente incremento del rendimiento por galón y la reducción de la huella de carbono.
El producto, que a simple vista sorprende por su sencillez, es instalado por el mismo Rivera en su pequeña sede de Northridge, unas 30 millas al noroeste de Los Angeles, a un costo aproximado de $1,400 y se puede utilizar en cualquier vehículo, desde un camión hasta una motocicleta.
El empresario asegura que ha recibido comentarios positivos por parte de políticos interesados en el tema del medio ambiente, entre quienes destaca orgulloso al mismo gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quien lo visitó en una de sus exhibiciones recientes.
"El conocimiento de las ventajas de hidrógeno se ha implementado desde hace más de 100 años, yo solamente soy una persona que quiere hacer la diferencia, y que está empezando a ser observada por eso", dijo Rivera.
Históricamente, el uso de hidrógeno en procesos alternativos de propulsión de vehículos, desarrollado con éxito desde la Segunda Guerra Mundial, ha tenido en la reducción de gases contaminantes su principal atractivo.
Sin embargo, el volátil elemento no ha estado exento de críticas como alternativa energética, la mayor parte de estas referentes a sus problemas de almacenamiento y el alto costo para la construcción de una infraestructura que lo convierta en una opción real.
Al respecto, Rivera explica que una de las principales ventajas de su sistema es que al no almacenar hidrógeno a presión, sino al utilizarlo inmediatamente, elimina virtualmente la peligrosidad de este inflamable gas.
"El hidrógeno es altamente combustible, produce tres veces el calor a diez veces la velocidad de la gasolina, pero me he asegurado que en un accidente lo peor que ocurra con este sistema sea un charco de agua en el suelo".