Limusinas Hongqi, ¡China reclama sus clásicos!

Creado: Lun, 22/09/2014 - 06:08
Créditos
Jorge Esténger Wong
Limusinas Hongqi, ¡China reclama sus clásicos!

Si nos aferramos a la elitista definición de auto clásico, que el tiempo ha decantado hasta nuestros días, el Hongqi CA771 Limousine entra en ella con toda justicia.  Más de 25 años de su fabricación, producción no muy numerosa, alta gama y en la avanzada tecnológica de su época. Todo ello lo tienen las Limusinas Hongqi… pero son chinas y casi nadie las conocía, ¿entonces en qué quedamos? Veamos.

Durante décadas China vivió parapetada tras su gigantesca muralla. La tecnología era precaria y aún hoy son casi desconocidas muchas de sus producciones de ese entonces.  Por eso, para muchos que vivimos esos tiempos, puede ser noticia la producción, en fecha tan lejana como 1950 de vehículos que hoy pueden calificarse de clásicos con toda justicia. Pero dejemos el rollo de esta polémica definición y vamos a lo interesante.

Con toda la intensión de disponer de sus propios automóviles de representación, China puso manos a su producción.  La compañía First Auto Works (FAW) –propietaria de la marca Hongqi- decidió producir un auto de imagen y dimensiones imponentes, de forma que sus miradas se dirigieron al enemigo acérrimo de ese momento: los Estados Unidos, pues en ese momento la industria yanqui dominaba el sector.  Todos los elementos de los autos norteamericanos de entonces encajaban en la estética china: mucho cromo, luces estilizadas delante y detrás y forma cuadrada de la carrocería.  A ellos se debían incorporar elementos de la cultura China.

Para el desarrollo del Hongqi CA77O Red Flag, y luego la menor CA771, se escogió la plataforma, por supuesto, del Chrysler Imperial, aunque se hizo todo un re-diseño sobre la carrocería, en las instalaciones de FAW.  Comoquiera que el Hongqi Red Flag tendría la misión de vehículo oficial, sus dimensiones fueron mastodónticas: 5,9 metros de longitud, 1,9  de ancho y 1,6 de altura. Con todo el equipamiento de lujo y blindaje incorporado, su peso rebasaba las 3 toneladas y por esa razón se equipó con un motor capaz de moverlo con la soltura necesaria.  A pesar de las tensiones extremas de la Guerra Fría, eso no fue impedimento para que Chrysler Corporation vendiese los motores V8 de 5,8 litros y 215 CV. Las compañías norteamericanas ya eran expertas en ”dormir con el enemigo“ tras sus negocios, durante la Segunda Guerra Mundial, con los nazis alemanes.

Así, los motores Chrysler propulsaron los Hongqi y, con ellos, este lograba una velocidad máxima de 160 km/h.  Nada extraordinario, pero debemos recordar que su función no era competir en las pistas y tenía una silueta ”super-cuadrada“, la cual oponía una sería resistencia aerodinámica al avance. Del Hongqi Red Flag se produjeron apenas 847 unidades entre 1966 y 1981, y solo 129 del más pequeño CA771, de 1967 a 1971.

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Jorge Esténger Wong