Las marcas americanas dominaban el sector hace apenas veinte años. Hoy se ven relegadas en su propio mercado y deben adaptarse. Poco a poco intentan recuperar el esplendor de antaño. ¿Cómo lo hacen? ¿Cuál es la estrategia? ¿Cuáles los modelos que lanzarán y en qué mercados? Hacia estas interrogantes apuntamos nuestro Spotlight de esta semana.
En los últimos tiempos las marcas americanas buscan llegar al mercado con modelos capaces de competir con los nuevos líderes del mercado, tanto europeos como asiáticos. Este parece ser el camino elegido: concentrar los recursos –y la capacidad que aún disponen- en producir vehículos al nivel de los estándares globales. Las novedades llegan desde todas las compañías yanquis: Chrysler lanza el modelo 200 para 2015, con éxito en las pruebas de seguridad, revitaliza el icónico Viper y anuncia el nuevo Charger Charger SRT Hellcat como el sedán de serie más potente del mundo, gracias a su V8 de 707 CV.
Por su parte Ford, respaldada por su Serie F de camionetas, lanza un nuevo Mondeo para 2015, basado en la serie de motores Ecoboost, a los cuales la compañía ha dedicado importantes esfuerzos en su desarrollo. También emplea motores diesel y hasta una variante hibrida, de forma que los motores térmicos que ofrecerá en este modelo no rebasen los 2.0 litros de desplazamiento. La tecnología irá a niveles superiores, ofreciendo ayudas de todo tipo, incluyendo el estacionamiento, el cual podrá ser autónomo.
Por último, General Motors refuerza a Cadillac, con su modelo CTS como líder. Este utiliza un motor V6 de 3.6 litros con 320 caballos de fuerza y caja automática de 6 velocidades y, aunque ya no es el auto deportivo de la marca, este motor le es más que suficiente para sentirse brioso y lograr muy buenos adelantamiento. Por supuesto, emplea sofisticados sistemas de a bordo y múltiples detalles de lujo. GMC, sin embargo, atiende como merece a Chevrolet, cuyo modelo Cruze acaba de arribar a los 3 millones de unidades vendidas, y sigue contando. Su rango de acción abarca desde Estados Unidos y Canadá, Laos y las Filipinas, hasta Líbano y Qatar. El Cruze ha demostrado ser un excelente jugador global en el segmento de los compactos. Tanto es así que Alan Batey, Presidente de General Motors Norteamérica y Director Global de Chevrolet, ha declarado: ”El Cruze es un auto realmente adaptable que puede satisfacer las necesidades de casi todos los mercados del mundo. Es una prueba del enfoque global y de la capacidad de Chevrolet por ofrecer un coche que es altamente aceptado en muchos lugares". Desde su lanzamiento en 2008, el Cruze ha recibido 39 premios de producto en China, 27 en Estados Unidos y 12 en Brasil. Cadillac, por su parte ha incrementado en un 71.7 por ciento sus ventas en China y espera superar esta cota en 2014.
Al final, los fabricantes norteamericanos parecen haber aprendido que ahora deben vender sus productos fuera de su país y, por esta razón, deben producir acorde a esta realidad. Se acabaron los tiempos de los mastodontes pensados para el uso doméstico, donde tenían su mercado natural el cual era, por demás, el mayor mercado del mundo. Todo ello cambio definitivamente: ahora hay que vender modelos que funcionen en Asia, Europa, África, América Latina, y luego en Norteamérica.