Una de las últimas leyendas del mundo del automóvil dijo hoy adiós en Turín. Sergio Pininfarina, hijo de Battista Farina y máximo impulsor de Carrozzeria Pininfarina, hoy Pininfarina S.p.A., ha fallecido esta madrugada a los 85 años en compañía de su mujer Giorgia y sus hijos Lorenza y Paolo.
Nacido el 8 de septiembre de 1926, Sergio estuvo al timón de la compañía fundada por su padre durante cinco décadas, diseñando o supervisando la creación de numerosos vehículos para fabricantes de todo el mundo; algunos de ellos fueron el Peugeot 504, el . Sin duda, su mayor éxito fue el establecimiento de la profunda relación estilística y técnica entre Pininfarina y Ferrari, que floreció en 1965 con la presentación del Dino y todavía pervive en coches como el 458 Italia, el FF e incluso el sucesor del Enzo.
Sergio fue en cualquier caso mucho más que un diseñador de coches. Bajo su tutela Pininfarina se especializó como compañía proveedora de servicios de ingeniería, construyó sus primeras instalaciones de túnel del viento, levantó varios centros productivos y abrió los tableros de dibujo de Pininfarina al diseño de todo tipo de productos, desde máquinas expendedoras a botellas de vino. De 1988 a 1992 fue presidente la patronal italiana Confindustria, ocupó un escaño en el Parlamento Europeo como diputado del Partido Liberal Italiano entre 1979 y 1988, y desde 2005 era senador vitalicio del parlamento italiano.
En el momento de su muerte Sergio todavía formaba parte de Pininfarina en calidad de presidente honorario. Su hijo Andrea, antiguo consejero delegado de Pininfarina, murió en 2008 a consecuencia de un accidente de tráfico.