En su empeño por democratizar los automóviles eléctricos, las marcas están llevando acabo diferentes formas de promoción. Una de las más populares es conseguir récords de diversa índole. Si hace muy poco el Audi e-tron se convertía en el eléctrico más rápido de Nürburgring, ahora le toca el turno a un modelo más terrenal: el Nissan Leaf. El nipón eléctrico, que se enorgullece de ser el primer eléctrico viable, se ha convertido en el coche más rápido en recorrer una milla… ¡circulando marcha atrás!
Qué mejor escenario para tan singular récord que el Festival de la Velocidad de Goodwood. El Nissan Leaf, con el piloto Terry Grant a los mandos, circuló a 88,5 km/h para recorrer 1,6 kilómetros en 1,37 minutos. Nada mal teniendo en cuenta lo complicado del trazado: había momentos en los que los muros quedaban muy cerca mientras Grant conducía mirando para atrás sin bajar de los casi 90 km/h.
La hazaña no es más que una estrategia de márketing para atraer al público europeo a los modelos eléctricos: Nissan se ha fijado llegar a un millón de personas. La realidad es que los coches alimentados por electricidad comienzan a convivir tímidamente con los modelos de combustión tradicional, aunque hoy por hoy, sigue faltando una infraestructura que lo ampare y siguen pendientes muchas incógnitas por despejar.