Pues sí, tras haber comentado antes la posible formación de una entente entre Renault, Nissan y Daimler, ya tenemos aquí que el primer movimiento de ese enroque se ha dado y las futuras generaciones de la serie G de Infiniti, la marca Premium del constructor japonés, montarán los mismos propulsores de la Serie C de Mercedes Benz.
Al menos así se desprende de los recientes rumores que circulan por la industria, puesto que las informaciones difundidas hasta el momento son de carácter extraoficial, aunque ya se sabe que cuando el río suena...
De modo que si todavía no se acaba de concretar oficialmente la alianza (con pinta de fusión) entre ambos conglomerados, por lo menos ya existe un principio de acuerdo de transferencia tecnológica.
Y no, nada tiene que ver de momento con el segmento de los vehículos eléctricos como inicialmente se pensaba, sino con otro en virtud del cual la marca Premium de Nissan reemplazaría los actuales motores L4 y V6 de su serie G por la tecnología alemana BlueEFFICIENCY de cuatro cilindros en línea, desarrollada considerando las severas restricciones de consumo y emisiones que regirán el mercado en un futuro próximo. Sin duda, un importante ahorro en I+D+I para la firma nipona.
Y es que, según parece, esa será la estrategia a seguir… Nissan con motores de Mercedes, Mercedes con tren híbrido de Toyota (cedido por Nissan), Renault con caja de cambios de Nissan y plataformas compartidas para las tres marcas. Todo con el propósito de abaratar los costes de producción a como dé lugar, máxime cuando la competencia arrecia (Mercedes debe estar preocupada después de haber sido superada en ventas por Audi por primera vez) y las alianzas parecen ser cada vez más la tónica imperante en el universo automotriz de hoy. Casi nada.